El pasado 11 de octubre escribí que el panismo jarocho atraviesa por la peor de las crisis de los últimos años y que está sumido entre el odio, las pasiones y las ambiciones de dos de sus principales grupos políticos que tienen secuestrado al Comité Directivo Estatal (CDE). 

Mencioné que el dirigente estatal, Federico Salomón Molina, y el diputado Enrique Cambranis Torres, están denunciados por acoso sexual y laboral ante la fiscalía general del Estado por una empleada del CDE. 

Pero quizá el lío mayor de Federico Salomón y de su camarilla es la expulsión que hicieron de los diputados Nora Jéssica Lagunes Jáuregui, Othón Hernández Candanedo y Hugo González Saavedra, -aunque a éste último solo lo corrió de la bancada azul-… pues lo que aquí se adelantó se cumplió. 

A Federico Salomón le tronó entre las manos la bomba que le llegó desde el Tribunal Electoral del Estado de Veracruz (TEV), pues este organismo determinó medidas cautelares para que al menos a la diputada Nora Jéssica se le restituyan sus derechos para ser votada en la Asamblea Municipal como la única inscrita que fue para el cargo de delegada al Consejo Político Nacional del PAN, y que se le impidió por la expulsión, todo indica que ilegal, que Federico Salomón dictó en su contra. 

El Tribunal tomó tal medida porque el proceso de expulsión aún no ha concluido y se le tienen que respetar a los expulsados el derecho a defenderse y ofrecer pruebas. 

El tremendo lío o escándalo político que le viene tanto al dirigente estatal, Federico Salomón, como al dirigente nacional Marko Cortés, quien avaló la expulsión de los tres diputados locales, es que ya están imposibilitados técnicamente para cumplir lo determinado por el Tribunal, toda vez que la Asamblea Municipal en la que Nora Jéssica debía ser nombrada delegada nacional ya pasó y la Asamblea estatal se realizará el próximo 23 de octubre. 

La salida política que ya planea Federico Salomón es hacer delegada nacional a Nora Jéssica como propuesta del Comité Ejecutivo Estatal, lo que obvio le acarreará nuevos problemas. 

El dirigente nacional Marko Cortés culpará a Federico Salomón de haberlo hecho parte de una decisión malévola y sin fundamentos. 

Sin embargo, se sabe que Federico Salomón -maquiavélico como es- ya tiene planeado culpar de todo a Monserrat Ortega Ruiz, Secretaria General de Promoción Política de la Mujer en el CDE, de haber avalado la expulsión de Nora Jéssica, a pesar de haberla obligado para cumplir uno de sus caprichos. 

Es decir, Federico engañó como a un chino a Marko Cortés y ahora para salvar el pellejo echará al pozo a un chivo expiatorio… en este caso, Monserrat Ortega Ruiz.  

Sin embargo, podría ser que no todo termine ahí, pues en caso de que en la Asamblea Estatal le jueguen chueco a Nora Jéssica, ésta podría impugnar la Asamblea y con ello quedarían fuera de la Asamblea Nacional todos los aspirantes estatales que aspiran ser delegados, pues una eventual reposición de la Asamblea Estatal podría darse hasta que el TEV emita el fallo correspondiente. 

Pero no solo Federico Salomón la podría pasar mal, sino también Monserrrat Ortega, en caso de que Nora Jéssica la denuncie ante el TEV por haber avalado su expulsión faltando a los principios de su cargo y sin pruebas, amén de que Monserrat perdería credibilidad. 

Es decir, a Federico Salomón Molina se le volteó el chirrión y, ahora, por querer ser verdugo resultará víctima. 

Lo que se ve en el mar abierto es apenas la punta del iceberg. 

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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES")