Se esperaba una incómoda comparecencia en el Senado de la titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, pero no que ésta rayara en un zafarrancho de combate. 

Y como dice el dicho, el que se lleva se aguanta. 

Senadores de oposición vomitaron en la comparecencia, ofensas en contra de los titulares de las fuerzas armadas que, quizá, jamás se habían escuchado en el Senado en circunstancias similares.  

Lilly Téllez García y Germán Martínez Cázares, fueron a vaciar sus frustraciones personales que se convirtieron en grotescas diatribas e injurias en contra de quienes estaba acordado previamente que no hablarían: el General Luis Cresencio Sandoval González y el almirante José Rafael Ojeda Durán, titulares de la Sedena y de Marina, respectivamente. 

Tan furioso ataque hizo que la titular de Seguridad y Protección Ciudadana tuviera que responder como lo hizo, de forma ruda y cruda. Alguien tenía que dar la cara y Rosa Icela la dio y de qué forma. 

Los gallitos senadores, principalmente Lilly Téllez y Germán Martínez, quedaron desplumados frente a los miles de mexicanos que siguieron en vivo la comparecencia o los que después vieron el resumen. Los senadores de oposición jamás se imaginaron enfrentar una defensa tan firme, llena de ejemplos y razonamientos, que quedaron inscritas en el Diario de los Debates para la consulta y para la historia. 

De verdad, qué mal se vieron principalmente esos dos senadores opositores. 

Y es que se puede tener o no razón al exponer sus argumentos en la tribuna del Congreso de la Unión, pues es para eso, para debatir ideas y argumentos, pero no para ir a tirar la frustración personal y menos por encargo. A Lilly Téllez hay un sector poblacional que la identifica ya como quien le dice “sus verdades” al Gobierno… pero ese sector poblacional, para su pesar, es minúsculo comparado con el sector que desaprueba tales desfiguros en el Senado. 

Así que Rosa Icela, la única voz autorizada para hablar, no dejó argumento ofensivo sin responder, fue clara, precisa, con un lenguaje educado diametralmente opuesto al utilizado por Lilly Téllez, a la que con oficios en la mano le demostró su doble discurso al solicitar por oficio protección de las fuerzas armadas para ella y para su familia por un lado, y por otro subir a la tribuna a denostarlas visceral y salvajemente. 

Uno de los más callejeros capítulos en la historia del Senado de la República se escribió ayer, y lamentablemente cada día se escriben más de ese tipo. 

La figura: Rosa Icela Rodríguez Velázquez. 

Los figurones: Lilly Téllez y Germán Martínez. 

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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES")