Hace unas horas, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la inflación em México, de 8.7% registrada en septiembre bajó en octubre al 8.53%. Mínimo quizá, pero frenar las inercias es paso especial para revertir flagelos que como la inflación afectan directamente los ingresos familiares. 

Importante lo anterior, porque analistas aseguraban que en octubre se rebasaría el 9% anual.

La inflación ha dado un leve respiro en la primera quincena de octubre, leve quizá pero muy por debajo de la expectativa del mercado y los vaticinios de expertos analistas mexicanos y extranjeros que incluso han afirmado también la pronta llegada de una devaluación del peso mexicano.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) reportó en la primera quincena del décimo mes del año un avance del 0.44%, mientras que a tasa anual alcanzó un nivel de 8.53 por ciento.

Es necesario decir que la disminución registrada en la primera quincena de octubre, implica en términos reales un alentador dato desacelerador como estacionalmente no sucede al término de la temporada cálida que eleva el consumo de los energéticos.  

Sin embargo, y hay que decirlo, las familias poco llegan a sentir esa desaceleración, puesto que en el reporte del INEGI el precio de los alimentos continúa presionando las bosas de mano de las amas de casa.