En los últimos días diversos columnistas locales han dado cuenta del caos que se vive en la Universidad Veracruzana por hechos que no se pueden ver a la luz de casualidades, sino desde un punto de vista sistémico. 

El periodista Raymundo Jiménez destacó “desde las denuncias en contra de académicos, “tendederos” en contra de acosadores sexuales, falta de equipamiento y de insumos básicos, sanitarios dignos, estudiantes que ingresan a las aulas armados, las movilizaciones estudiantiles en varios campus y hasta las renuncias preocupantes de funcionarios de primer nivel, ya que no sólo ha trascendido la de la Secretaria Académica, doctora Elena Rustrián Portilla, sino que se sabe al menos de otro par más”. 

Y por si lo anterior fuera poco, para colmo, la gota que ha derramado el vaso fue la imposición ilegal de un Secretario Académico, como señala hoy aquí el periodista Quirino Moreno Quiza: “UV… ¿Un Rector que no dialoga, no resuelve y viola la ley? ¡Lástima, Margarito! Pues nada, que los problemas en la Universidad Veracruzana le siguen creciendo al rector Martín Aguilar Sánchez, quien insiste en mantener una actitud indolente, altiva, que hasta ahora ha reflejado solamente irresponsabilidad… Hay muchas demandas de la comunidad universitaria que han permanecido sin solución… Y encima de todo, impone a un secretario académico violando de manera flagrante y cínica la Ley Orgánica de esa máxima casa de estudios de Veracruz, haciendo un proceso con una terna de manera furtiva; casi secreta… No, no hay no cómo ayudar ni al rector ni a la Junta de Gobierno”. 

Y aquí la pregunta de fondo es ¿Todo esto que pasa ante los ojos de la Junta de Gobierno, no es suficiente como para remover a todos sus integrantes por ser omisos ante lo que está sucediendo en la UV? 

La responsabilidad de los integrantes de la Junta de Gobierno de la UV no es solo la de elegir al Rector y cobrar cada mes, sino también la de vigilar la gestión y resultados de la Casa de Estudios, su crecimiento, su mejoramiento académico, etc. 

Así que si la Junta de Gobierno de la UV no funciona, pues hay que cambiarla, para que así se pueda también juzgar con imparcialidad al actual rector Martín Aguilar Sánchez por todo el desastre que ha causado desde que desafortunadamente recibió el nombramiento. 

El caso es que se debe actuar y pronto pues los aires estudiantiles que soplan por todo el país no son como para soslayar que aquí en Veracruz pronto se tenga que lamentar un movimiento estudiantil de no necesarias consecuencias para la estabilidad política estatal.