Este mes de enero ha sido la locura para las familias que ya no ven la suya porque los empresarios mayoristas se comieron las ayudas de los programas sociales del Gobierno.  

Las pensiones, becas, y demás apoyos del gobierno, apenas y si pudieron paliar los altos costos del predial, agua potable, saneamiento sanitario, la electricidad, los derechos vehiculares, y en general todos los derechos del gobierno han subido de precio. 

Los ahorros ya no alcanzaron para más, sobre todo después de los gastos de inicio de año, por lo que los aparatos que se descompusieron y otros gastos no cuantificados, han dejado a familias completas sin mayor dinero más que para lo básico o las tortillas. 

Y es que la inflación, tan solo en la primera mitad del mes de enero, alcanzó el 0.46%, la mayor en las ocho quincenas anteriores por lo que es muy difícil pensar que la cuesta de enero terminará con el mes. 

Lo más probable es que la presión que ejercen los precios de los alimentos se complique aún más en los meses de febrero y marzo, pues la inflación agarró vuelo en los últimos dos meses al ubicarse en 7.94% -más alta que la de Estados Unidos en ese mismo lapso-, y el aumento de precios en los alimentos ha batido la referencia trágica de los dos dígitos al ubicarse en 12.94 anual. 

Por eso a quienes hacen el mandado no les cuadra la información oficial de una inflación de menos del 8%, pues entre ese dato y lo real de los alimentos, que es del 12.94%, hay mucha diferencia. 

El tema preocupa puesto que la presión inflacionaria no ha sido normal o por las causas que suelen empujar hacia arriba el índice general de precios y por ende la inflación, como es el aumento en los servicios energéticos y las tarifas del gobierno, ya que estos han subido moderadamente y además el gobierno ha sacrificado ingresos importantes como el IEPS. 

La pregunta es: ¿Si los precios de las energías, servicios y tarifas del gobierno no han subido tanto por qué lo hacen desproporcionadamente los alimentos? 

De acuerdo con cifras oficiales el aumento que más ha flagelado la economía familiar se ha contabilizado en el tomate verde, ejotes, plátanos y limón, el chile serrano que duplicó su precio de diciembre a enero, al igual que el jitomate, la naranja, las harinas y el huevo. 

Una explicación muy posible es que la inflación está siendo alentada desde los escritorios de empresarios mayoristas de distribución de manera abusiva. 

Es decir, los empresarios no están jugando limpio, su simulación está golpeando seriamente los ingresos familiares de los mexicanos.  

Por ello, la otra pregunta es ¿Qué hace el Gobierno ante la evidente burla de los empresarios que firmaron el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIF)? Lo anterior ya que de los 24 productos que se incluyeron, solo 8 redujeron su precio y de manera muy marginal durante la primera quincena de enero de este año. 

¿El gobierno está fallando? ¿Empresarios mayoristas le están viendo la cara a AMLO? Al parecer, y por las cifras frías que se tienen hasta el momento, ¡Sí! 

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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES")