Esta semana se conjuraron dos huelgas en importantes universidades del país. Una universidad nacional y una local. 

Como si fuera una noticia, año con año por estas fechas se hacen sonar los tambores de guerra por parte de los sindicatos que amenazan con estallar las huelgas si no les dan los descomunales incrementos que suelen pedir. 

La Universidad Autónoma Metropolitana estuvo a horas de irse a huelga después de trece mesas de negociaciones en las que la Universidad no modificó su oferta inicial de incremento salarial, ni haber entregado información de otros convenios. Aun así, los trabajadores aceptaron el alza de 4 por ciento directo al salario, pese a considerar el incremento como “insuficiente”. 

Otra sindicato universitario que también parece que solo le hiciera a la “faramalla” con sus amenazas de huelga, es el SETSUV de la Universidad Veracruzana, que pedía un incremento salarial del 20%. ¡Hágannos el favor! 

Lo increíble es que año con año, como si ya estuviera calendarizado dentro de sus actividades, el Sindicato vuelve a la misma cantaleta de pedir las perlas de la Virgen y conformándose con lo que es posible. 

Al final, hace apenas unas horas, quedó conjurada la huelga en la Universidad Veracruzana pues el SETSUV aceptó el 4% directo al salario. Además, se homologarán a más de 2 mil sindicalizados al estar sus salarios por debajo del aumento a los mínimos, y  esto se verá reflejado en la primera quincena de febrero. 

Lo increíble es que parece que la única herramienta que tienen los sindicatos son las amenazas y que los líderes sindicales así se mantengan en sus puestos; cambiando influencia por incrementos salariales. 

Lo cierto es que, cuando menos la Universidad Veracruzana, tiene ya más de diez años sin irse a huelga, pero eso sí… siempre, todos los años, es la misma historia.