A trabajar que para eso les pagamos.

Así, de tajo, se acabaron las sesiones y reuniones de Comisiones Legislativas desde su casa y en calzones, desde el hotel de lujo o simplemente desde la oficina en la que se atienden asuntos particulares, todos los diputados deberán acudir al recinto legislativo a cumplir con sus obligaciones.

Y es que varios diputados, que fueron señalados aquí en su momento que de plano abusaban y en horas de sesiones se les podía ver apoltronados en algún café de la capital o de sus lugares de origen gozando de los beneficios de la pandemia.

Bastaba que moquearan un poquito para faltar. Que tuvieran algún compromiso personal para no asistir.

Así, la iniciativa del diputado Juan Javier Gómez Cazarín fue aprobada por el Pleno de la Cámara de Diputados por 41 votos a favor. No hubo votos en contra ni abstenciones. Es decir, a 9 diputados no se les dio la gana asistir a la sesión y tiraron sus votos a la basura.

Con ello quedó reformado el párrafo tercero del Artículo 5 de la Ley Orgánica y los Artículos 83, párrafo sexto, y 86, párrafo segundo, del Reglamento para el Gobierno Interior, ambos ordenamientos del Poder Legislativo del estado de Veracruz.

Desde luego que la ‘Ley Cazarín’ no es una camisa de fuerza ya que contempla casos de excepciones y solo será en esos casos cuando de igual manera y para todos se pueda sesionar a larga distancia. Por ejemplo, solo se podrán hacer sesiones a distancia cuando se trate de contingencias sanitas o ambientales, riesgos a la seguridad pública o a la protección civil o cuando se declare estado de emergencia u otros casos de fuerza mayor.

Pero solo así y en esas circunstancias.

Y, a propósito de diputados faltistas y con el fin de que la Cámara de Diputados demuestre que en verdad respetan la ley de transparencia ¿sería posible que formalmente y por escrito se explicara el porqué faltaron esos 9 diputados o diputados que no se dignaron asistir a esa sesión tan importante?