Cuando renovarse o morir se realiza por gusto o deseos de superación, los cambios son saludables aun cuando sean graduales o radicales, pero cuando se tienen que hacer a fuerza o por ley, no hay más remedio que hacerlos o cargar los pesados estigmas del rezago y sufrir las consecuencias. 

Y pues resulta que las nuevas leyes que amparan los roles de la mujer en la política, por ejemplo, se tienen que cumplir y aceptar tal y como la ley lo establece. 

Pero sacando cuentas, dos partidos políticos en México se resisten aún renovarse en materia de paridad de género, aunque de manera informal y a nivel de ‘acuerdos’ regionales se ha buscado desdibujar la falta. 

Es así que el PRI y el MC aparecen hoy en el tablero de control político en total resistencia al cambio formal en materia de paridad y combate a la violencia política contra las mujeres.

Y es que el PRI y el MC son los únicos partidos políticos en el país que se han negado a modificar sus estatutos, su declaración de principios y programas de acción. 

Pero tendrán que hacerlo les guste o no, porque el plazo vence el próximo 31 de mayo, según lo mandatado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que ordenó a los partidos políticos modificar sus documentos básicos: estatutos generales, los principios de doctrina y programas de acción política en materia de paridad sustantiva y violencia política de género, así como el Acuerdo CG832/2022 del Instituto Nacional Electoral. 

¿No que muy de avanzada y conscientes de la importancia de la mujer en la política?