El circo para adelantar la elección de la corcholata de MORENA, lo armaron ayer Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard al exigir: Sheinbaum el acorte entre la primera y segunda encuesta; y Ebrard la emisión pronta de una Convocatoria y reglas claras, dándole pie a Mario Delgado, líder nacional de MORENA, para salir a replantear los tiempos estimados para las encuestas. 

Así que la idea mandar la segunda encuesta interna de MORENA hasta noviembre de este año, ha quedado descartada. 

Mario Delgado advirtió que será hasta después de las elecciones en el Estado de México y Coahuila, que se sentará con las corcholatas para fijar las reglas y los detalles de la Convocatoria, fechas precisas y cómo van a ser las dos encuestas y la metodología; “y lo vamos a hacer en un ambiente de unidad, escuchándolos a todos porque es lo que más nos interesa, mantener la unidad en el movimiento”, dijo Mario Delgado en entrevista para el programa de Periodismo de Emergencia con Arturo Rodríguez, Hiroshi Takahashi y Karen Torres en Heraldo Media Group. 

Mario insiste mucho en hablar de conservar la unidad, porque al parecer no quiere regar el tepache de nuevo como le pasó en Coahuila, donde no fue capaz de atar al exsubsecretario de Seguridad y Participación Ciudadana, Ricardo Mejía, quien se les fue por el riel, rompiendo así la unidad de la Coalición ‘Juntos Haremos Historia’ que hoy por hoy los mantiene al bordo de una inminente derrota en ese estado. 

Así, Mario Delgado informó que será hasta la primera quincena de julio cuando se abra la Convocatoria para emitir una primera lista de corcholatas e ir a la primera encuesta a finales de julio o principios de agosto.

Después vendrá la segunda encuesta, que ya no necesariamente será en noviembre, sino que podría ser en septiembre mismo, si así se decide en consenso con las corcholatas. 

Es decir, MORENA podría anunciar a su corcholata a finales de septiembre o principios de octubre, dos meses antes de que inicie formalmente el proceso electoral del 24 que es en diciembre de este mismo año. 

Y es que el temor de la cúpula de MORENA es que si adelanta el nombre de su corcholata las que pierdan tendrían tiempo suficiente para correr a los brazos de otros partidos lo cual le costarían algunos millones de votos al Movimiento en el 24.  

Así que en los próximos días se verá si las corcholatas respaldan el intento de Mario Delgado por calmar las aguas o le salta por ahí alguna liebre traviesa que le descomponga el Plan a él y a AMLO.

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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES")