A tres años del inicio de la pandemia y a cuando menos un par de años de que la inmensa mayoría de los trabajadores y estudiantes volvieron a sus actividades presenciales, hay quienes se resisten pues ya le encontraron la comodidad a las sesiones a distancia.

¡Vaya! Ya ni siquiera en los hospitales es obligatorio el uso de cubrebocas y el gel antibacterial y los tapetes sanitizantes son viejas historias que sirvieron de jugosos negocios para muchos.

México ha puesto fin a la emergencia sanitaria por COVID-19, según lo estableció la Secretaría de Salud y ya fue incluso publicado en el Diario Oficial de la Federación, sobre todo porque la “población tiene altos niveles de inmunidad por infección o vacunación, y la disminución en el número de casos, hospitalizaciones y decesos”.

¡Peeeeeeeero! Como que no todos han hecho eco de lo anterior y están cómodamente tirados en la hamaca… total, con el cuento de que hay actividades que se pueden hacer a distancia, ¿Para qué regresar?

Cuando menos en el Tribunal Electoral de Veracruz siguen haciendo sesiones públicas no presenciales y en los llamados a conferencias de prensa de muchas dependencias se sigue utilizando el machote de que sólo puede asistir una persona por “la contingencia sanitaria”.

Así mismo, no son pocos los estudiantes que se preguntan ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo deberán seguir con el uso de cubrebocas en las aulas? Sobre todo, porque, aunque no lo crea, el problema para muchos estudiantes no es usarlo… sino el “no usarlo”. Muchos están muy acostumbrados a usar el cubrebocas e incluso lo sienten ya como parte de su personalidad. Hay estudiantes que se sienten incómodos sin él, pues les da pena que vean sus rostros completos, pues han ido formando su forma de ser, a la par del cubrebocas.

Sin embargo, lo anterior genera problemas pues en días tan calurosos como los que hay ahora, y tomando en cuenta que muchos estudiantes utilizan el cubrebocas incluso al aire libre y cuando hacen deporte, se presentan dolores de cabeza, mareos, vértigo y sofocación.

Así que mientras para algunos es un problema incluso de identidad, para otros es una oportunidad de seguirla llevando chévere, por lo que mientras más pronto se regrese completamente a la normalidad… mejor.