Qué mal les fue a no pocos veracruzanos que invirtieron su lana en la política y salieron quemados como el cohetero, sin dinero y con deudas millonarias. 

De lo anterior platicaron esta mañana los sabios bebedores de café con referencia a los capitalistas que estuvieron detrás de los fenecidos partidos políticos “Podemos”, “Todos Por Veracruz”, “Unidad Ciudadana” y el “Cardenista”.

Partiditos operados por políticos -prestanombres- que habían salido de pleito con sus partidos de origen que los enriquecieron y les dieron altas responsabilidades administrativas en gobiernos anteriores y los hicieron lucir y vivir la vida en diversos cargos de elección popular. 

Partiditos que hicieron su esfuerzo por hacer rentable su inversión, pero no les alcanzó para evitar ser echados al no obtener la votación mínima requerida en la elección ordinaria del 2021 y las extraordinarias del 2022. 

Hoy que el OPLE Veracruz les ha iniciado sus respectivos procesos de liquidación, entre todos deberán pagar los créditos pendientes que superan los cuatro millones de pesos. 

Hoy la mayoría de ellos la está pasando mal, pues tendrán que pagar esa cantidad y resolver pendientes que hicieron con medios de comunicación, proveedores y personal que contrataron y no han podido liquidar como lo establece la ley. 

Sin embargo, lo extraordinario de la política es que siempre ofrece nuevas oportunidades, así que pronto quizá veamos a esos operadores políticos que fracasaron en esa aventura, ser postulados de nuevo por algún partido vigente u ocupando alguna jugosa cartera en próximos gobiernos. 

Los canillazos de hoy se los ganaron a pulso los que perdieron su lana en partidos políticos que salieron chafas.