Sin aspavientos ridículos a que nos tenían acostumbrados políticos de quinta categoría, quejas, plantones, campamentos en Reforma o exigir el recuento de voto por voto, sobre todo, lanzar amenazas de ir a defender y pelear en tribunales lo que no pudieron ganar en las urnas, Alejandra del Mora la candidata de la Coalición PRI-PAN-PRD-NA reconoció con la frente en alto y como toda una dama con clase, su derrota frente a la candidata de la alianza Juntos Haremos Historia, Delfina Gómez.

No tan solo la felicitó, sino que le deseó éxito en su encargo.

 Alejandra salió al templete que había sido preparado para festejar el triunfo en la sede del CDE del PRI en el Estado de México a dar la cara con honor ante sus seguidores, con la seguridad de haber hecho su máximo esfuerzo y entregarlo todo para mantener al PRI al frente del poder ejecutivo estatal.

Alejandra hizo una muy buena campaña, tan fue así que logró reducir la enorme ventaja que las encuestas registraban a favor de Delfina Gómez.

Puede decirse que hizo una mejor campaña que la candidata ganadora. Tan hizo una buena campaña que en la misma noche de ayer domingo, no faltaron analistas políticos que voltearon hacia ella para algo más grande en la Alianza opositora en el 24.

En cambio, los tres líderes de la Alianza Va por México salieron corriendo, la dejaron sola a que ella diera la cara de la derrota y ellos, ‘Alito’ Moreno Cárdenas, Marco Cortés y Jesús Zambrano pusieron tierra de por medio, cogieron un avión y se fueron a festejar el triunfo en Coahuila.

Tampoco estuvo con Alejandra del Moral el gobernador priista del Estado de México Alfredo del Mazo Maza, quizá a sabiendas de que seguramente sería abucheado y recibido gritos de traidor por haber entregado la plaza y sin meter las manos. En las redes sociales lo apalearon, de traidor no lo bajaron y lo acusaron de vender a su estado por una embajada.