La inflación es como la temperatura, cuando sube hay alarma, pero cuando baja nadie se acuerda ni quiere saber de ella. Igual en la economía, cuando sube la inflación es noticia, pero cuando baja todo mundo vuelve a las andadas despilfarra, se endeuda, gasta a manos llenas y sobre todo le pega con todo a las tarjetas.

Lo curioso es que cuando el INEGI anuncia que la inflación sube todo mundo le cree, pero cuando la anuncia a la baja la gente duda como ahora que el reporte oficial de julio ubica a la inflación en 4.79% en su primera quincena, se dice que el INEGI miente.

Nadie lo cree, pero lo cierto es que de nuevo los niveles de consumo se han ido por las nubes. Por ello el Banco de México quizá mantuvo el mes pasado sin cambios la tasa de interés de referencia en 11.25 buscando que la inflación ceda hasta su meta anual y objetivo del 3%.

Ese dato del 4.79% no se había visto en los últimos dos años y tampoco su desaceleración al bajar en unos cuantos meses del casi 9% a menos del 5.

Pero como antes se dijo, este tipo de notas casi a nadie interesan.

¡Viva el dispendio y el derroche hasta reventar la producción y de nuevo la inflación!

¿Alguien recuerda para qué sirve el ahorro?