Tenía que ser, porque la política no se puede escapar de leyes fatales como aquella escrita por Isaac Newton que sentencia sin falla alguna que a toda acción le corresponde una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto. 

Lo anterior se cumplió al pie de la letra, cuando ni siquiera se desmontaba la pira en la que Alito Moreno Cárdenas a través del Consejo Político Nacional expulsó a los senadores Claudia Ruiz Massieu y a Miguel Ángel Osorio Chong, Nuvia Mayorga, Jorge Carlos Ramírez Marín y Eruviel Ávila, así como al exgobernador de Hidalgo Omar Fayad.

Claudia Ruiz Massieu reaccionó así: “No me pueden expulsar de un lugar del que me fui por voluntad propia hace meses”.

Miguel Ángel Osorio Chong, respondió “Para expulsarme necesitaba seguir ahí y hace meses que renuncié. Lo hice por el corrupto y mentiroso de Alejandro Moreno”, ¡Sopas! qué duro. 

Mayorga y Ramírez Marín, ya ni del PRI eran puesto que hace meses se habían sumado al PVEM. 

No se tiene información de la reacción de los otros dizque expulsados por Alito, pero es fácil suponer que anoche debieron dormir tranquilos y liberados de estar en un partido que hace meses abandonaron públicamente.

Pero eso no es todo, del lado de Alito también hubo reacciones peores.

Los diputados priistas Rubén Moreira y Pablo Ángulo, por ejemplo, calificaron y acusaron a los formalmente expulsados como “desleales, traidores y chapulines que jamás podrán regresar a este gran partido”.

Lo anterior es la mejor muestra de que el PRI pasa por el peor momento de su historia, y lo peor, apuñalado y herido de muerte por sus propios hijos.