Mientras que ocurren los prolegómenos que darán vida al próximo proceso electoral del 2024 y los partidos políticos se aprestan para tomar el poder por debajo del agua nuevas circunstancias caminan para influir en el voto popular.

Y son nuevas circunstancias que se cocinan y habrán de sumarse a otras que en su momento ocuparon la atención del electorado mexicano y de los paisanos que ya lograron pasar los muros y el charco para colocarse en los Estados Unidos.

A los casos como aquellos que ocuparon los espacios mediáticos y las calles como:
*        El desamparo a los niños con cáncer,
*        Las mentiras y traspiés de Hugo López Gatell
*        El INE no se toca
*        Ayotzinapa
*        Inseguridad y desaparición de personas en el país
*        Crecimiento de la violencia de Género y Feminicidios
*        Expectativas no alcanzadas en el aeropuerto F. Ángeles
*        Corrupción declarada en Segalmex y la protección a Ovalle.
*        Muerte de migrantes, protección del director de Migración.
*        Imposición de libros de texto gratuito.

Y los más recientes, la movilización nacional de empleados del Poder Judicial Federal y de los estados en defensa de sus 13 Fideicomisos y con ello sus 15 mil millones de pesos.  

Todos esos casos y algunos más de corte regional a lo largo del país han estado en la mente de los mexicanos y de alguna manera es muy probable que influyan en la intención del voto en el 2024.

El caso es que en la mayoría de esos casos, el Partido en el Poder los ha dejado crecer hasta que por sí solos menguan su fuerza y da la impresión que desaparecen del imaginario de la problemática nacional, pero todos sabemos que no, tarde o temprano renacerán en el discurso de la oposición, sumados a temas que se volverán calientes como que los proyectos prioritarios del Gobierno Federal no funcionen como fueron planeados, se detecten actos de corrupción y desvíos de recursos en su ejecución.  

Todo este rosario de circunstancias mal atendidas y no desactivadas es altamente probable que se acumularán en el discurso político de la oposición y podrían causar un serio disgusto y freno electoral a la 4T.

Sin contar con la división en las alturas de MORENA entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.

Sin contar con el maltrato a medios y periodistas desde la mañanera.

Sin contar la más que probable venganza política que podría venir al partido en el poder desde los escritorios del Poder Judicial y Electoral. ¿Cuántas elecciones se podrán invalidar desde los Tribunales?

El impacto real en las urnas hoy quizá sea imposible de medir, pero la posibilidad es altamente posible que suceda, ya que la respuesta mediática desde las mañaneras parece no será suficiente.

¿Alguien podría asegurar que no?