La muy esperada comparecencia de Roberto Salcedo Aquino, titular de Secretaría de la Función Pública, ante los diputados federales, dio mucha información, superabundante, pero la información caliente… esa no llegó. 

Se esperaba, como el año pasado y el antepasado, saber más acerca de SEGALMEX, por ejemplo, ya que ha sido tan densa la columna de humo que cada día se sabe menos del súper mega saqueo que fue descubierto unos cuántos meses después de que la dependencia a cargo de Ignacio Ovalle abriera las puertas.

Roberto Salcedo sí informó de haber interpuesto hasta 900 denuncias penales por diversos delitos cometidos por funcionarios públicos, de los cuales 204 fueron a exfuncionarios de la administración de Enrique Peña Nieto y 882 del gobierno actual. 

¡Sí! Pero ¿Eso qué? Los mexicanos quieren saber el estado jurídico que guardan esas denuncias y en qué dependencias, obras o acciones se cometieron los presuntos delitos. 

De igual forma Roberto Salcedo informó que se emitieron 250 resoluciones sancionatorias por mil 102 millones de pesos a proveedores y contratistas que infringieron la normativa en materia de adquisiciones y obra pública; de ese número, se impusieron multas que ascendieron a mil 102 millones de pesos.

¡Sí! Pero ¿Eso qué? Lo importante sería saber cuántos de esos mil 102 millones de pesos fueron cobrados y entrado en las arcas de la nación, pues este tipo de sanciones son como llamadas a misa. Basta un simple amparo y se esfuman. 

Mientras ese tipo de información no se dé a conocer oficialmente y de manera completa, la percepción de que la corrupción no se ha detenido en el Gobierno Federal y que se sigue tapando a los amigos del régimen, continuará. 

Mientras todo se siga dejando a la imaginación, la percepción política de que la corrupción persiste y la impunidad crece, la desconfianza en los políticos seguirá a la alza sea del partido político que sea.  

El tema es más que preocupante pues a pesar de que desde el gobierno, en sus tres niveles de gobierno, presumen de transparencia y de un frontal combate a la corrupción, la percepción de los mexicanos sigue igual.