En realidad este comentario no debería ir en esta sección de ‘La Política da Risa’, pero igual entra porque si el Senador Dante Delgado tuviera datos fríos como para asegurar que Movimiento Ciudadano llega al 28% de la intención del voto en Veracruz, hábil como es, lo dejaría en el tintero como una estrategia para ir elevando gradualmente la posición de su candidato al gobierno de Veracruz, Polo Deschamps. 

Pero el tema es que quienes conocen a Dante saben cómo se las gasta en eso de tirar petates para que algún desesperado o ingenuo se acueste.  

Hoy en Veracruz la realidad es otra, las coaliciones de gobierno y la opositora van con todo, cuentan con suficiente voto duro como para levantar la mano el 2 de junio y el MC se tardó demasiado en captar la atención, a tal grado que el porcentaje de indecisos en las encuestas se ha pulverizado. Es decir, ¿De dónde saldrá ese 28% de intención del voto para el MC?

Dante habla de que los resultados de sus propias encuestas avalan su optimista afirmación y sostiene que MC crecerá en la campaña porque los votantes están hartos del PRIAN, lo cual también puede ser cierto, pero quizá a Dante se le olvida que los votos duros cuentan y que el 2 de junio está a la vuelta de la esquina.  

Así que lo declarado por Dante si bien pudiera ser una buena interpretación del pensar de los veracruzanos, es un hecho que la mayoría de estos habrán visto lo declarado por Dante como una más de sus baladronadas que acostumbra. 

Y más cuando esa declaración la hizo allá en el Senado en la Ciudad de México, y porque quizá esa misma información hubiera tenido mayor peso si la hubiera dicho aquí en Xalapa o en el Puerto, arropando y presentando por todo lo alto a su candidato Polo Deschamps y montando todo un show carnavalesco propio de los jarochos. 

En fin, Polo Deschamps es un buen candidato y no cabe duda que peleará palmo a palmo la gubernatura, pero eso de que la intención del voto para él llegue al 28% está por verse. Claro que de llegar sería un sueño hecho realidad por él y por lo que Sergio Gil ha hecho crecer la marca en Veracruz, pero por el momento no se le ve más que un simple sueño guajiro más del temible Dante.