Por estos días electoreros, como por arte de magia han nacido por todo el país nuevas organizaciones civiles cuyos dirigentes de papel copan los principales horarios de la radio y las redes sociales, principalmente.

Pero no solo eso, sino también cientos de organizaciones No Gubernamentales ambientalistas y humanitarias, sobre todo, que alimentadas y contratadas por grandes empresas se utilizaban para dizque hacer sentir la voz del pueblo con el fin de influir en determinadas leyes que les convenían al capital privado mexicano y extranjero.

Organizaciones No Gubernamentales disfrazadas, utilizadas como medios para la evasión legalizada de impuestos.

Hoy nuevas y viejas Organizaciones No Gubernamentales no serias (porque sí las hay serias), ocupan espacios mediáticos para repetir con puntos, comas y entonación de la voz la ‘voz del pueblo’ el discurso antigobiernista.

Y no son pocas, pululan ya en el espacio mediático modificando y convirtiendo la realidad social como un delirio colectivo disfrazada de democracia.

El enojo de las Organizaciones No Gubernamentales patito les viene desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador les dijo ‘no se financiará más a las asociaciones civiles del país’. Sin embargo luego rectificó y señaló que para que para que las ONG’s reales puedan continuar apoyando la causas que encabezan, se les ofrecerá a través de la Secretaría de Desarrollo Social y sus programas financiar proyectos productivos que les permita seguir ayudando, así, muchas de las que solo extendían la mano y solas se cerraron las puertas y se creyó que habían desaparecido, pero ahora en el actual proceso electoral las han revivido, muchas enmascaradas como Fundaciones X.

¡Cuidado!