Igual que en el primer debate local que sostuvieron en Xalapa los candidatos a gobernador de Veracruz entre Rocío Nahle García, José Francisco Yunes Zorrilla y Polo Deschamps, en el segundo debate presidencial el morbo y los ataques personales y partidistas fueron los protagonistas. 

Es claro que para los seguidores e interesados en que la oposición integrada ahora por los partidos políticos PRI, PAN, y PRD, regrese al poder, Pepe Yunes y Xóchitl Gálvez ganaron los debates del sábado y el de ayer domingo. 

También es claro que para los seguidores e interesados en que el actual gobierno consolide su posición de poder, con el respaldo de los partidos políticos MORENA, PT, PVEM y algunos partidos locales, Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle fueron las ganadoras de los debates del fin de semana. 

¡Vaya! Incluso los seguidores e interesados en que el partido político Movimiento Ciudadano haga la chica y logre llegar al poder para una nueva alternancia política como la del año dos mil con Vicente Fox Quesada y la caída del PRI y el triunfo del PAN, vieron ganar a Jorge Álvarez Máynez y Polo Deschamps. 

Pero quizá para los electores hasta ahora indecisos, quizá no hayan encontrado una respuesta clara y contundente para tomar la mejor decisión. 

Sin embargo, el verdadero ganador al parecer y por lo sucedido, fue el morbo, la diatriba, los ataques, las mentiras y las medias verdades, racismo, intolerancia, es decir, pan y circo. 

No hubo una sola, una sola discusión fundamentada hacia una de las escasas propuestas planteadas por alguno de los candidatos. Es decir, no hubo debate de ideas y propuestas, solo hubo la exposición simple de una serie de propuestas partidistas ideales para un mundo de Disney en el que todo tiene solución. 

Los mexicanos nos quedamos con una larga lista de propuestas sin cuestionar, sin debatir, sin que se pueda ver y dilucidar cuales de ellas son viables y con las que se podría lograr el desarrollo del país. 

Lo anterior se podrá comprobar una vez se conozcan los resultados de las empresas encuestadoras serias en las que lo más probable es que el rubro de los indecisos no haya disminuido, es decir ni en el primer debate local ni el en segundo presidencial se logró convencer al electorado indeciso en casi dos meses de campaña. 

Pobre México, pobre Veracruz.

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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES")