En los cafés de la capital veracruzana, los sabios bebedores del mejor aromático del mundo, analizaron y comentaron la entrevista que le hicieron a Claudia Sheinbaum los periodistas del programa ‘Café Milenio’. 

En principio se reconoció que más que una entrevista tradicional, fue debate un fino, una esgrima de inteligencias entre Claudia y los periodistas.  

Claudia se abrió como quizá el formato de los debates del INE no se lo permite. Admitió verse como sucesora de AMLO y de coincidir con él en principios, pero no en algunas formas de gestionar la gobernanza. Fue más que directa en sus respuestas. Admitió ver a Adán López Hernández, a Marcelo Ebrard y a Omar García Harfuch en su gabinete, si ellos están de acuerdo.

Explicó con detalle los ‘cómos’ que tanto se les ha exigido a los candidatos, habló de cómo enfrentar la inseguridad, los feminicidios, la coordinación que se debe dar entre el Poder Ejecutivo y el Judicial y muchos temas más que por lo dicho ahí convencieron a los difíciles periodistas de Milenio. 

En términos futuristas podría decirse que Claudia Sheinbaum hará un mejor papel como gobernante de este país que el mismo Andrés Manuel López Obrador, a quien le tocó el papel más difícil que fue el de abrir el sendero de la transformación. 

A Claudia se le ve con mayores aptitudes para cerrar la brecha de la polarización social que sufre el país, ya que dialoga, medita, piensa, concilia. Es firme en sus convicciones, pero no cerrada al diálogo y al mejoramiento de las condiciones y acuerdos. 

En fin, si la oposición se lo permite, Claudia podrá platicar con ellos y mejorar la situación política tan radical que se ha presentado en el actual sexenio.

Los lecheros y las banderillas del día son para los periodistas de MILENIO que enseñaron que desde trincheras diferentes se puede dialogar y avanzar en la construcción de una sociedad mejor.