La madrugada de este jueves el peso mexicano aún dormía cuando le vino encima una terrible pesadilla que lo hizo brincar la barrera de los 17 pesos y llegar a los 17.15 pesos por dólar.

La explicación llegó cuando se abrieron los mercados en los Estados Unidos al informarse de fuertes caídas, que más tarde se suavizaron y el susto quedó en números no tan alarmantes, pero siguieron a la baja: El DowJones por ejemplo cayó 0.97%, Standard&Poords lo hizo en 0.36% y el Nasdaq en 0.42%.

Igual, al abrir el mercado, el peso mexicano se levantó de la lona como los campeones e hizo retroceder a la moneda norteamericana hasta los 16.94, que será posiblemente la franja en la que se moverá hoy y mañana viernes.

Pero eso no es todo, el Banco de México (Banxico), por fin despertó y se dio cuenta de que el crecimiento de la economía mexicana -como aquí se ha insistido- no camina como ellos pensaban, por lo que la fuerza de la realidad los hizo recortar la expectativa de crecimiento del PIB del 2.8% al 2.4%, lo que no es bueno, pero sí que se mande el mensaje que podría evitar especulaciones dañinas a los mercados.

No iré a fondo hoy, pero según mis cuentas, tanto a los Estados Unidos como a México les está fallando el manejo de las tasas de interés como Método de control de la inflación, pues ni con mantenerla elevada han logrado controlar la inflación y al contrario, han estado enfriando las dos economías.

Ayer dijimos que la descontrolada inflación -no reconocida por el Banxico-, ha lastimado mucho las economías familiares, a tal grado que no sería raro que las cacerolas salieran a las calles a protestar.

No descarto que las autoridades monetarias suavicen el discurso y envíen el mensaje de que en septiembre o antes se revise la política y bajen la Tasa de interés, aunque con ello, la inflación se podría disparar.

Lo anterior es una perla económica de Política al Día Express.