Las elecciones de este dos de junio pasarán a la historia por muchas razones. 

Pasarán a la historia porque tanto a nivel nacional como a nivel local, por primera vez habrá Presidenta y Gobernadora, con Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle, respectivamente. 

Pasarán a la historia por el apabullante triunfo de la coalición “Juntos haremos historia” que borró del mapa electoral al PRI y al PAN. 

Pasarán a la historia por la polarización de la sociedad, que se vejaba mutuamente tanto en redes sociales como en público, que salió a rebozar el Zócalo de la CDMX en varias ocasiones, que marchó de rosa o de guinda, que se declaraba fifí o chaira. 

Pasarán a la historia porque a horas de la elección, es el momento que los analistas políticos, columnistas, periodistas y la sociedad en general, siguen sin entender qué pasó. No pocos pensaban que Morena ganaría, pero muy pocos apostaron por un triunfo de esa magnitud que ha dejado a la oposición en el piso y arrastrada. 

Pasarán a la historia porque el voto oculto se ocultó tan bien, que los analistas pensaban que era un voto oculto a favor del PRIAN cuando en realidad siempre fue un voto oculto a favor de Morena. 

Pasarán a la historia porque marcarán un antes y un después, en el que los partidos políticos deberán recalar y analizar lo que deben hacer para subsistir en las siguientes elecciones. 

Es momento ahora de la reflexión, de qué se hizo bien y qué se hizo mal. Con la tinta aún manchando el dedo, con los números del PREP aún corriendo, con las razones ahogadas en las gargantas, es momento de ver para adelante. 

Queda la enorme tarea de enjalbegar las bardas, de recoger las lonas, de regresar a casa, a nuestra casa… este gran México y gran Veracruz, que durante meses se dividió en la opinión pública. 

Es momento de ver para adelante y desear que le vaya bien a México y que le vaya bien a Veracruz. 

@AtticussLicona

(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA")