En los últimos tiempos la narrativa electoral ha distorsionado la realidad veracruzana sin conmiseración, acentuando las debilidades de Veracruz e ignorando las fortalezas. 

Entre lo que se le ha escatimado a Veracruz es la disciplina financiera y la disminución de la deuda, la disminución en los índices de inseguridad, y sí, hasta la creación de empleos y la inversión privada. 

Sin embargo, como siempre pasa, la mentira dura hasta que la verdad llega, y de acuerdo con la última actualización de registros del empleo formal publicada en junio de 2024 por el Instituto Mexicano del Seguro Social, con un total de 25 mil 410 empleos generados, Veracruz se ubica como una de las seis entidades con mayor índice de creación de trabajo formal. 

Estos son datos duros, no simples suspicacias lanzadas al aire. 

La lista, entre las 32 entidades federativas, la lideró Estado de México que registró 78 mil 211 nuevos empleos en el periodo de referencia, seguido por CDMX (73 mil 377), Nuevo León (69 mil 402), Jalisco (49 mil 033) y Guanajuato (31 mil 771).

Después de los primeros seis lugares, otras entidades que también generaron más de 10 mil trabajos formales son Coahuila, Quintana Roo, Querétaro, Puebla, Hidalgo, Chiapas, Yucatán y San Luis Potosí, seguidas por las 13 restantes que no lograron la meta. 

Cabe mencionar que como resultado el país escaló de 21.8 a 22.3 millones de empleos inscritos en el IMSS con la incorporación de un total de 486 mil 090 trabajadores. 

Así que eso de que Veracruz nomás no levanta, poco a poco queda comprobado que no es más que el discurso de la oposición que se niega a reconocer cualquier aspecto positivo del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.