Eel proceso electoral que culminó el pasado dos de junio no terminó como algunos aseguran: en paz, ni con civilidad alguna. Fue un proceso plagado de violencia y manifestaciones de odios y rencores políticos, familias que guardarán luto por muchos años y huérfanos por la política por doquier.

Algún día se conocerá la estadística del caso.

Pero lo más delicado del asunto es que las armas no se guardaron ni ha terminado la violencia y la inseguridad, lamentablemente los hechos de violencia no paran después de la elección y las carpetas de investigación siguen abriéndose.

La mañana de este lunes, de nuevo, las páginas de medios impresos y electrónicos vuelven a usarse para dar a conocer hechos violentos relacionados con la política y se informa del asesinato a balazos de Salvador Villalba Flores, presidente electo del municipio de Copala, Guerrero, hecho confirmado por la Fiscalía General del Estado de Guerrero.

Salvador Villalba Flores fue candidato ganador por el partido México Avanza.

Los hechos ocurrieron sobre la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional de San Pedro las Playas municipio de Acapulco.  

La pregunta es hasta cuándo la política seguirá cobrando vidas impunemente.