Mucho se ha hablado acerca del liderazgo político de Esteban Ramírez Zepeta al frente de MORENA en el Estado, pero ha llegado el momento de evaluar sus hechos y gestiones sin grillas y sin hígados ni corazones.

Así como se señala y califica a los dirigentes políticos de los partidos y hasta se les exige su renuncia cuando no son capaces de ganar elecciones, así se les debería reconocer cuando los candidatos de sus partidos políticos salen airosos y con banderas desplegadas.

El o los triunfos electorales tienen, como se dice, muchos padrinos, es cierto y en este caso el triunfo arrollador de Rocío Nahle García tiene también un padrino que se llama Esteban Ramírez Zepeta.

Pero Esteban no solo fue padrino del triunfo de Rocío Nahle por la gubernatura de Veracruz, sino también del de Claudia Sheinbaum por la presidencia y de todos aquellos candidatos a diputados federales y locales de MORENA y los que abanderó la coalición Sigamos Haciendo Historia.

Alguien lo puede negar y estará en su derecho, pero aquí solo se dice lo que corresponde a los números fríos y oficiales después de la elección... y esta fue la realidad de Esteban Ramírez Zepeta:

Claudia Sheinbaum. Coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y Verde Ecologista): 2 millones 441 mil 410 votos que representaron, el 66,18% en Veracruz;

Rocío Nahle García, obtuvo en Veracruz, 2 millones 124 mil 130 votos, es decir 53.89 por ciento de la votación.

Es más, si bien Veracruz se ubica en el cuarto lugar nacional en cuanto al Padrón Electoral, esta vez acabó por situarse en el tercer lugar con más votos otorgados a Claudia Sheinbaum con el 6.79% a nivel nacional, solo después del Estado de México 14.26%, y de la CDMX con el 8.61%.

Así, la imagen que aquí se presenta no hace más que simbolizar el reconocimiento de la virtual gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, hacia su dirigente político estatal, pero sirve, además, para callar las bocas de quienes durante la campaña política buscaron amarrar navajas entre ellos y distanciarlos, lo que como otros tantos inventos y culebrones que le lanzaron a su paso, no lograron fructificar.

Por ello, vale la pena y cabe el futurismo, Esteban Ramírez Zepeta tiene por delante todo un camino abierto para cosas mejores, por lo pronto su destino inmediato se ve en el Congreso de Veracruz, después al gabinete y más tarde a las urnas federales o estatales y lo demás solo el tiempo y el supremo que dispone lo dirá.