Cuando se habla de inseguridad y asesinatos de inmediato se piensa en México, porque el país es sinónimo de eso. Miles de muertos y asesinatos a mansalva que jamás se sabe nada de sus autores.

Las policías del país en lo que se distinguen es en llegar tarde a solo colocar las famosas cintas amarillas y la verdad no se sabe ni para qué, ya que lo que menos hay en México es efectivas investigaciones científicas.

Pero este sábado no fue en México sino en el vecino país de Norte, Los Estados Unidos, y el protagonista fue nada más y nada menos que el expresidente Donald Trump.

Fue un atentado político que por poco termina con la vida del expresidente y aspirante de nuevo a ocupar la silla principal de la Casa Blanca, en Washington.

Pero esta vez, la historia fue muy diferente de cuando asesinaron al presidente John F. Kennedy, esta vez el tirador no tuvo ni puntería ni suerte para huir, murió a manos de elementos del Servicio Secreto de los Estados Unidos.

Donald Trump salió herido, pero salvó la vida, pero quien no tuvo la misma suerte fue uno de sus seguidores políticos, quien perdió la vida al recibir un balazo que era dirigido para el aspirante a suceder a Joe Biden, informaron medios de comunicación de Butler, Pensilvania, lugar donde se realizaba el evento proselitista en favor de Donald Trump.

Se ha informado que el tirador estuvo apostado en un edificio adyacente al lugar en que se llevaría a cabo el mitin político. Las autoridades han confirmado que se trató de un ‘francotirador’

Así se pronunció el presidente Joe Biden en su cuenta de X, por lo que hasta ahora en Estados Unidos califican como un ‘presunto atentado’, “Estoy rezando por él y su familia”. El mandatario norteamericano agradeció al Servicio Secreto y a las autoridades locales de Pensilvania “Debemos unirnos como una nación para condenar este tipo de lamentables hechos”.

Al momento se sabe que Donald Trump llegó de pie al hospital donde es atendido.