Muchos de nosotros trabajamos con tesón y energía, porque aspiramos a una vida mejor, a todos nos gusta comer y beber de buena calidad, tener un entorno cómodo y bonito, vivir en una buena zona, dormir en un buen colchón, vestir  y calzar con prendas de buena calidad y que nos hagan ver mejor de lo que somos, por eso casi todos nos levantamos temprano diario y sin parar, trabajamos la mayor parte de nuestras vidas, para solventar una vida mejor que la que tenemos, porque casi todos nosotros tenemos aspiraciones y queremos disfrutar del Savoir-Faire.

La realidad no es que apruebe el consumismo desmedido, pero a todos nos gusta vivir bonito, nos gusta pasear y también nos gusta cuidar de uno mismo, ir al oftalmólogo, al dentista y al gastroenterólogo cuando hace falta.

Nunca he sido de esas personas, que se extrañan de ver que un funcionario público o político, coma, viaje, calce y vista como mejor se acomode, aunque eso no signifique usar huarache de suela de llanta, sino zapatos finos y si para eso le alcanza, pues qué bueno ¡No me espanto! Pena ajena da ver a un funcionario mal vestido, con zapatos rotos o sucios.

Los funcionarios y políticos son personas como uno, que trabajan para que sus hijos tengan una mejor educación y sus familias vivan mejor; sin embargo, siento yo, que ese muchachito Yunes Márquez, exageró con su transmisión desde la clínica Mayo de Florida, que si bien es una institución sin fines de lucro, tampoco es que se distinga por ser un nickel & dime hospital, ni mucho menos, no sé cómo es que desde ahí, Yunes Márquez pretendió conectar con los 8 millones de veracruzanos y que estos sintieran empatía con él, la realidad es que eso fue como su campaña de 2018, que estuvo dirigida solo a la clase media alta veracruzana, por eso es que solo gana en Boca del Río

Ahora que de la entrevista de ayer, que hizo Miguel Yunes Márquez con Ciro Gómez Leyva para llorar ¡Virgen del perpetuo socorro! De locura desmedida, suena a que se la dieron de pilón, junto con las entrevistas de campaña que hizo Arturo Castagné y que pagó seguramente Miguel Ángel Yunes Linares, para desprestigiar a Rocío Nahle, durante la campaña.

Y es que solo así se explica uno, que luego de pagar cantidades millonarias por una serie de entrevistas, cuyo único fin haya sido desprestigiar a una mujer, ahora se den el lujo, de pagar otra fuerte suma para difundir los llantos y lamentos del mayor del clan Yunes Márquez, mejor lo hubieran llevado al psicólogo.

En fin, que entre el presupuesto de la clínica Mayo y la entrevista con Ciro, se notan muy norteados los Yunes, habrá que ver en que terminan.

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(DE LA COLUMNA "LA POLÍTICA EN ROSA")

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