En la conferencia de prensa mañanera que el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrece a diario desde Palacio Nacional, dejó la víbora chillando no solo en Veracruz sino en todo el país.

Y es que cuando el presidente reveló a voz de cuello y a nivel nacional que una televisora trató de extorsionar a Rocío Nahle en plena campaña política por el gobierno de Veracruz, al decir que le pidieron 200 millones de pesos por no publicar información que la señalaría de corrupción, la clase política de Veracruz empezó a atar cabos y conclusiones acerca de qué televisora y qué directivos de las mismas habían sido los artífices de tan lamentable suceso. 

Sin duda que la revelación a ese nivel debió causar incertidumbre entre los propietarios y directivos de las televisoras que se ubican en el Puerto, Xalapa y el Sur de Veracruz, pues un señalamiento de ese tipo y de ese monto no es como para hacer pensar en cualquiera. 

Mínimo la quemazón política y moral nadie podría quitársela a la televisora extorsionadora. 

Ayer, por todos los rincones de los cafés de la capital veracruzana y los de la zona conurbada Veracruz Boca del Río la pregunta era la misma. “¿A qué televisora se referiría el presidente?”.  

Finalmente no hubo que esperar mucho para saber el nombre de la televisora extorsionadora.

En la Mañanera de hoy AMLO lo dijo corto y clarito, fue en Televisa de Emilio Azcárraga Jean, donde se pretendió extorsionar a la candidata Rocío Nahle con 200 millones de pesos para no publicar presuntos actos de corrupción.  

Según López Obrador, “la televisora afirmó tener "supuestas facturas" que involucraban a Rocío Nahle en actos de corrupción y que estaban dispuestos a difundir que su esposo poseía propiedades en Nuevo León, aunque esto último resultó ser un error de identidad”. Pero esta vez, el presidente ya encarrerado mencionó también que el periódico “El Universal” se unió a la campaña contra Nahle al publicar un artículo sobre su supuesta fortuna inmobiliaria acumulada en cinco años, acusación que calificó de infundada. 

Ahora habrá que ver las reacciones de las dos empresas involucradas pues definitivamente que aun cuando el tema no llegue a tribunales, la mala fama acompañará de aquí en adelante al medio extorsionador.