Como estaba previsto y escrito, el enquistado dirigente tricolor Alejandro ‘Alito’ Moreno Cárdenas fue ratificado, revalidado y reelegido en el poder nacional del PRI.

‘Alito’ el impresentable líder priista, el dinosaurio más representativo de la dictadura perfecta del priismo nacional en la época del México moderno, que a pesar de perder 10 gubernaturas, 5 millones de militantes y recibir la peor paliza en las últimas dos elecciones presidenciales de la historia del país, aún aletea y seguirá al frente del PRI hasta el 2032, por lo menos.

Otro dinosaurio representativo de la dictadura perfecta que como fiel reflejo de lo dicho de México por Mario Vargas Llosa y representada en la pantalla grande por el actor Damián Alcázar, el ‘Gober Vargas’, es Luis Ricardo Aldana Prieto quien logró su reelección por uno o más periodos al frente con ‘el apoyo voluntario’ de las 36 secciones sindicales para afianzarse en el poder que le heredó Carlos Romero Deschamps.

Un tercer caso muy parecido a un clon de los dos anteriores, es el del ‘líder ferrocarrilero’ Víctor Flores Morales, quien cuenta aún con el poder suficiente como para ‘convencer’ a sus 39 secciones del país como para ser reelecto secretario general nacional del STFRM, de manera ‘voluntaria y democrática’ el próximo 25 de agosto.  

Para los escépticos analistas políticos las reelecciones de Alito, Aldana y Flores Gómez no tienen mayor explicación que el apoyo que secretamente le dieron a MORENA y a sus aliados para que conservaran el poder. Casos que, si bien no dieron su apoyo abierto, nada o poco hicieron para que la oposición recuperara el poder.

Puede ser que así no haya sido, pero lo más probable es que los escépticos tengan razón.

Hipótesis que se cumple al pie de la letra con lo que pasa con el líder minero Napoleón Gómez Urrutia.