Un gobernante, ya sea un monarca o un presidente, es tan bueno a los ojos del pueblo como sus últimos actos de gobierno. 

Y Cuitláhuac García Jiménez habrá podido tener errores en su gobierno, sin embargo, en comparación con los gobernantes que lo precedieron en esta tierra del verdor eterno que se llama Veracruz, está dejando una huella positiva en una parte significativa de la población al resolver añejos problemas, al entregar obras y atender males que los anteriores habían dejado olvidados. 

La popularidad se adquiere fácilmente y se pierde del mismo modo; el prestigio es obra del tiempo y de muchos hechos meritorios, se adquiere con dificultad y difícilmente se pierde, por eso siempre es mejor, antes que la popularidad, el prestigio. 

Cuitláhuac García está a pocos días de solicitar licencia para ir a colaborar con la presidenta electa… pero antes de irse está entregando obras y realizando acciones pendientes. 

En la presente administración, más de medio millón de veracruzanos salieron su condición de pobreza y otros 200 mil de la extrema pobreza, casi medio millón mejoró su alimentación y más de 300 mil sus carencias de vivienda. 

Se redujo la deuda total de Veracruz en un 25 por ciento, y se incrementaron los ingresos propios en más del 100 por ciento. 

La inversión pública fue de 43 mil millones de pesos y todo eso sin adquirir préstamos para tales fines. En las anteriores administraciones, para poder realizar la obra pública, se bursatilizaron las participaciones federales y los derechos de la tenencia vehicular… y gran parte, fue a dar a los bolsillos de unos cuantos. 

Se redujeron los secuestros en un 91%, en más del 50% los homicidios dolosos y 55 por ciento los feminicidios. 

Los recientes gobernantes de este Estado guardado por la sombra del Pico de Orizaba y acariciado con la brisa del mar, tuvieron en su momento popularidad, pero la opinión pública pronto se desencantó de ellos al ver que sus administraciones estaban plagadas de abusos y embarazadas de rencor y encono. 

Los resultados de las últimas votaciones son una clara muestra de que los veracruzanos, en su inmensa mayoría, están a gusto con sus gobernantes. Si Cuitláhuac García en un futuro mantiene el prestigio que hoy muchos le escamotean, el tiempo y solo el tiempo, lo dirá. 

@AtticussLicona

(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA")