Esta mañana en los cafés de la capital veracruzana, los sabios bebedores del aromático de mayor calidad en el mundo conocieron de viva voz los lamentos de un grupo de exuniversitarios veracruzanos que fueron seriamente afectados con los recientes cambios de gobierno en Veracruz.

Exempleados que fueron separados de sus cargos, primero por el  panista Miguel Ángel Yunes Linares y luego por el Moreno Cuitláhuac García Jiménez.

Profesionistas serios, egresados de la Universidad Veracruzana, con excélentes calificaciones que antes de los cambios de gobierno prestaron sus servicios profesionales en varias áreas de gobierno.

“Eramos los que sacabamos la ‘chamba’”.

“No nos metíamos en asuntos políticos”.

“No estamos afiliados a ningún partido político”.

“Nuestro único pecado fue no tener padrinos panistas ni Morenos”.

“Pero los nuevos nos veían igual cara de corruptos, desconfiaron de nosotros”.

“Nunca revisaron nuestros modestos patrimonios ni nuestra austera manera de vivir”.

“¡Ese es nuestro pecado, trabajar honestamente al lado de gente corrupta!”
Tenemos mucho que aportar a Veracruz pero apestados como estamos, injustamente, vivimos carencias indebidas, no podemos ejercer nuestra profesión ni servir a Veracruz.

Así que los canillazos de hoy son para quienes cometieron tales atrocidades administrativas. Se dan a conocer aquí con la idea de que la próxima gobernadora Rocío Nahle, gobierne con un criterio de eficiencia y experiencia más que los puramente políticos.