Pues con la novedad de que a Rocío Nahle García todo parece salirle bien y su estrategia de adelantar la mayoría de los nombres que consideró invitar para su Gabinete va viento en popa.

El viejo librito de la política que Rocío decidió enviar a las bibliotecas, aconsejaba que el tesoro mejor guardado de un gobernador entrante debía ser los ¡Nombres… nombres! de quienes la acompañarían en su gabinete. 

¿Por qué? Porque darlos a conocer antes era como quemarlos, quitarle reflectores al electo y exponerlos a que las piras públicas, e incluso el fuego amigo, acabaran por destrozarles la imagen.

Pero Rocío adelantó los nombres y hasta la fecha nada ha pasado. Al contrario, empresarios, sindicatos, Organizaciones No Gubernamentales y columnistas, si bien no en gran cantidad, han permanecido callados y algunos hasta flores le han echado encima a varios de los destapados. 

Incluso, Rocío ya puso a trabajar a los invitados. 

En su recorrido de agradecimiento que emprendió por las cabeceras de los 30 Distritos Electorales que conforman el Estado, se los lleva con ella y los pone a trabajar y atender las parcelas que ya les asignó. Recogen propuestas de gobierno, peticiones que se incorporan a la Agenda de Gobierno para ser atendidos una vez que oficialmente entren en funciones. 

Uno de los casos que ha recibido elogios es Claudia Tello Espinoza, quien estará al frente de la SEV, a quien están esperando como agua bendita pues es quizá la única dependencia estatal que no ha dado una en los últimos meses. Y pues viniendo los elogios de uno de los sindicatos más aguerridos en la SEV, vaya que valen. 

Se trata del Sindicato Magisterial del Estado de Veracruz (SIMEV) quienes en voz de su asesor principal, Mario Antonio Chama Díaz, sostuvo en entrevista de prensa que “Fue acertada la designación de Claudia Tello al frente de la SEV, esperamos trabajar de la mano con ella”.

Así que lo menos que se espera es que Claudia Tello, siguiendo el ejemplo de Rocío Nahle, llegue y resuelva con sensibilidad y oportunidad los cientos de temas rezagados que Víctor Vargas no ha querido o podido atender.