En la política hay tantos intereses, que los actuales líderes que dejaron caer al PRIAN viven momentos de angustia y desorientación. 

Marko Cortés, Alito Moreno, Adolfo Ramírez y Federico Salomón, saben que se van, no hay vuelta de hoja. Fallaron, se tienen que ir, y solo falta saber la hora y el día. Pero de que se van, se van. Es lo que aseguran los cientos de detractores de Alito y aquí en Veracruz, con mayor seguridad, dado el distanciamiento de la dirigencia con los militantes.

Así que los que quieren ser, acuden hoy a cualquier clase de trucos y maromas para que esos dirigentes se vayan lo más pronto posible. 

Trataré aquí hoy solo una de las vertientes más claras de lo que se ve como una total reestructuración interna del PAN, dejo pendiente la del PRI, porque este jueves debía haber definiciones claves en el CEN ordenadas por el INE pero no se hicieron y por eso de ello, lo trataremos en otro espacio, y luego vendrá lo que corresponde al Comité Directivo Estatal de este partido. 

En cuanto sucede al interior del Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN, el tema es quién se quedará con los despojos, porque ni para papel de baño tienen y han tenido que correr  a más de 70 aviadores porque no tienen ni para las nóminas, y en cuanto a lo sustantivo en las urnas cada vez les va peor. 

En principio, el objetivo de Marko Cortés en Veracruz, es atarle las manos a los Yunes del Estero -sus enemigos jurados-. 

Pero el esquema es mucho más complejo, pues desaparecer al CDE e imponer delegados no será tan fácil sin que quieran renunciar todos los consejeros de la Comisión Permanente Estatal panista, en la que hay de todos los grupos políticos azules y al menos los de Cambranis no lo van a hacer, es sobre todo porque Julen Rementería quien piensa contará aún con Enrique Cambranis y el ‘Chapito’ Guzmán, como sus aliados, no van a permitir que renuncien, pues estos dos ya traen otros planes y muy diferentes. Y, por otro lado, los Yunes para nada lo permitirán pues no están ni mancos, ni muertos políticamente hablando. 

Y es que en realidad, la alianza que se supone existe entre Julen con Cambranis y el Chapito, nunca han sido sólidas y en esta vez lo más seguro es que se rompan por completo, pues Cambranis y el Chapito quieren esta vez quedarse con el pastel completo viendo la supuesta debilidad actual de los Yunes del Estero. 

En resumen, no será uno, sino cuatro o cinco los frentes que van en busca del poder del  CDE, puesto que digan lo que digan y cómo lo digan, los Yunes no serán tan fáciles de vencer a pesar de la crisis por la que pasan ya que si me apuran en Veracruz le serán más útiles a MORENA controlando el PAN que desbaratándolo. Es decir, la guerra fría y a muerte será entre Julen Rementería, Enrique Cambranis, el ‘Chapito’ Guzmán y los Yunes (con Pepe Mancha fuera del grupo, y contra totalmente de Miguel Hermida Copado su más reciente  enemigo) al frente, van por lo que quede del CDE panista después de la tormenta.  

Pero ¡Aguas! me falta un frente más, pues fuentes muy bien enteradas me comentan que desde las bases de la militancia piensan que todos esos viejos rinocerontes deben irse, e igual ya trabajan en ello a través de las redes sociales. Quieren gente nueva. ¡Ese sería el quinto frente! Y, podría llegar a ser poderoso. 

Por un lado, Julen atacó primero con la guía de Marko Cortés exigiendo públicamente la desaparición del CDE y los Comités Directivos Municipales para manejarlos directamente desde el CEN con delegados nacionales. 

Pero Enrique Cambranis busca descomponerle esa jugada a Julen e hizo alianza con el diputado local Miguel Hermida Copado, a quien le ofreció la presidencia del CDE y éste ya empezó a mover las piezas aún con Federico Salomón en la Presidencia, separando de su cargo al Tesorero (un incondicional de Pepe Mancha) y nombró provisionalmente -hasta que el Consejo lo apruebe- al cuñado de Miguel Hermida de nombre Roberto Ramírez Archer.

Con esa jugada, Miguel Hermida Copado y Cambranis buscan limpiar del todo los muy dudosos asientos financieros del CDE a fin de evitar filtraciones y el golpeteo político de Pepe Mancha, el 'Chapito' Guzmán, y los Yunes. 

Por lo pronto, el nuevo Tesorero Roberto Ramírez ya empezó a limpiar de aviadores al Comité y a justificar y comprobar gastos dudosos realizados por Federico Salomón, no ligados con su función de presidente.

El caso más débil de la trama parece ser el Chapito Guzmán, quien anda en cuerpo y alma ayudando y metiéndole lana a la candidatura de Jorge Romero para la presidencia del CEN azul, pero se sabe que Jorge Romero y Marko Cortés, al que prefieren, es al diputado federal Julen Rementería. 

El Chapito lo sabe, pero él le apuesta a no perder clientela azul y en una de esas se queda con el pastel.  

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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES")