Esta mañana en los cafés de la capital, los sabios bebedores del mejor aromático del mundo hablaron de la admiración que sienten por la senadora Claudia Tello, futura titular de la SEV, por la forma tan fina, pero a la vez enérgica, para dejar sentir su postura en el caso del senador Yunes Márquez.

El reclamo que muchos quisieron ver fue dirigido a los Yunes del Estero, en realidad fue a la dirigencia nacional de MORENA, por traer entre pañales de seda al senador Yunes Márquez, pues primero lo ubicaron en la secretaría de la Comisión legislativa de Justicia y luego en el mismo puesto, pero ahora en la de Energía.

Y es que una cosa es ser valiente y otra muy diferente es ser peleonero y llegar a la tribuna a vociferar sin sentidos como se ha visto lo hacen algunas senadoras de oposición. 

Claudia midió sus palabras, no insultó, reclamó lo que son sus derechos. Aceptó que seguirá aprendiendo del presidente que la ‘Patria es primero’, pero dijo no aceptar fácilmente que aquellos que escupieron al pueblo, que lo lastimaron, que lo robaron y que hoy cambiándose como de ropa a otro color, digan "ya estoy en Morena y soy de la transformación".

Y es que bien lo dio a entender Claudia Tello, la culpa no es del indio sino de quien lo hace compadre. 

Así que los canillazos de día son para quienes operaron la Reforma al Poder Judicial adjuntando al movimiento apoyos no tan nobles y que, según se sabe, fueron el Senador Adán Augusto López Hernández y Mario Delgado Carrillo, aunque solo hayan sido los operadores visibles.