Hoy, le haya gustado o no, haya Usted aprobado o no la gestión de Andrés Manuel López Obrador, termina un sexenio que marcará un hito en el México moderno. 

Este gobierno pasará a la historia, y solo el tiempo decidirá si se escribirá bien o se escribirá mal de él, en los libros de texto. 

Los grandes problemas de este país, no se crearon con la administración de López Obrador, son inconvenientes antiguos, enraizados en el lienzo de México, prácticamente fundidos a sus costumbres y a su idiosincracia. 

Sin embargo, no por ser añejos, son insalvables. 

Es cierto que no se puede componer un país en tan solo seis años, y la prueba máxima es que los problemas que recibió AMLO, en su inmensa mayoría, siguen allí. 

La inseguridad, es sin duda, el mayor de ellos. La salud pública, la falta de educación, la mala calidad de las obras públicas, la corrupción, persisten. 

Y pese a eso, un enorme sector de la sociedad, está a gusto con el gobierno de la Cuarta Transformación. Le han dado su voto de confianza y esperan que este país mejore. 

No fueron pocos los que pudieron salir de la pobreza, y eso, es sin duda alguna, el mayor logro hasta el momento. 

En los gobiernos anteriores, cerca de dos mil personas cruzaban el umbral de la pobreza, todos los días. Dos mil personas, cada 24 horas perdían sus sueños y caían en pobreza extrema. 

Con López Obrador, cada día, alrededor de 3,500 personas salían de esa pobreza, recuperando sus sueños y sus esperanzas. Estas cifras se dicen fácil, pero son impresionantes. 

Ahora Claudia, la primera presidenta de México, tiene la enorme responsabilidad de afrontar los problemas heredados por los viejos gobiernos, incluyendo el de López Obrador. 

Los problemas allí están. Los conocemos todos. Y solo el tiempo dirá si podrá con ellos.