Donald Trump busca adeptos atacando a los mexicanos que emigran a su país. Asegura en sus redes sociales que “Migrantes portan genes asesinos” y "viven felices en EU". "Han entrado en nuestro país 425 mil personas que no deberían estar aquí y que son criminales".

Sin embargo, al parecer, lo que en la pasada elección que lo llevó a la Casa Blanca le dio un caudal de votos de los norteamericanos que odian, sí que odian a los mexicanos, esta vez no le está funcionando muy bien, ya que su opositora por el partido demócrata Kamala Harris que, si bien ha tenido una campaña de altibajos, ha crecido en popularidad sobre todo en estados decisivos como Michigan y Pensilvania.

Los mexicanos que radican allá en ese país han visto en Kamala como una tabla salvadora de los embates contra los mexicanos que ha prometido Trump quien les ha ofrecido terminar completo el Muro que dejó a medias en su anterior gobierno.

Pero no solo los mexicanos allá ven bien a Kamala, a los norteamericanos les ha caído bien por los viajes que ha realizado a estados clave en los que ha revivido el contacto con el electorado demócrata. Sus reuniones a nivel la han hecho lucir como una sensible mujer que podría mejorar als relaciones para los Estados Unidos con otras naciones internacional.

Pero donde más adeptos ha ganado Harris ha sido en los debates que es donde su campaña ha tomado mayor impulso hacia el triunfo.

Pero no solo los migrantes mexicanos sufrieron durante el primer periodo de gobierno de Trump, lo han padecido los demás migrantes de otros países.