Y es que durante la comparecencia del Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, una pregunta al parecer sencilla lo hizo cascabelear, sobre todo por la complejidad que implica su respuesta. 

¿Cuál será el crecimiento financiero de Veracruz para el próximo año? 

De entrada habría que contextualizar que el crecimiento del Estado viene aparejado con el crecimiento nacional, el cual está pronosticado para subir un 3%. 

Sin embargo, los pronósticos no están grabados en piedra, más bien en un hielo finito que a veces se derrite. 

Lima Franco destacó las condiciones actuales de estabilidad macroeconómica y los pronósticos internacionales. Así como los procesos de estabilización y equilibrio financiero en Veracruz, por lo que en adelante, lo que queda para el Estado será lograr acceder a una etapa de “crecimiento acelerado”. 

Se necesita comenzar a pelear al tú por tú con estados como Guanajuato o Nuevo León en inversión privada, señaló el Secretario, y así debería ser. 

Hablar de pasar de una caída y casi bancarrota, hasta lograr la estabilización y luego el equilibrio financiero, se lee rápido y fácil, pero para los que saben, significa mucho. 

El movimiento de 1 punto porcentual ya sea para arriba o para abajo en la economía, es monstruoso a nivel federal, y no poco gigantesco a nivel estatal. 

La comparecencia de Lima Franco ha sido casi didáctica y lo que queda claro es que no todos los diputados le entienden a los temas financieros, pues entre las críticas están el por qué no se utilizan ciertos recursos para programas u obras a los que no estuvieron considerados. El etiquetado de los recursos, parece ser algo sumamente complicado de entender para algunos. No se puede mover de un cajón a otro el dinero como acostumbraban hacerlo en administraciones anteriores.