La mayoría de la clase política suponía que detrás del famoso voto del Senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez en favor de la reforma al Poder Judicial, estaba el miedo de caer en la cárcel y que se trató de un trueque por la libertad. 

Es decir, Miguel Ángel Yunes Márquez, el papá Miguel Ángel Yunes Linares y Fernando Yunes Márquez, presuntamente sí tenían cuentas pendientes con la justicia que de no negociar y bajar la cabeza aún a costa de lo que sea, podrían costarles demasiado caro. Ser expulsados del PAN y que todo mundo los tachara de traicioneros, fue uno de los precios que tuvieron que pagar por, supuestamente, vender su voto a la reforma Constitucional vital para los planes de la 4T. 

En el argot, a este tipo de sospechas se les dice: no tengo pruebas… pero tampoco dudas. 

Pero ¿Por qué se dice lo anterior? Porque no tardó mucho en conocerse lo que podría ser el fondo de la olla. Precisamente este día, medios de información política nacional dieron a conocer que un juez federal de Veracruz canceló la orden de aprehensión contra Miguel Ángel Yunes Márquez. 

Concatenado a lo anterior, la Fiscalía General de la República también notificó al Poder Judicial que se retiró la Ficha Roja contra Yunes Márquez que el gobierno envió a las autoridades de Estados Unidos. 

Es decir, los Yunes están libres como el viento y listos para lo que venga. 

Lo que se visualiza en el ambiente es que continuarán en la política local, y cuando menos los dos Migueles fuera del PAN y sin tener acceso a MORENA, pues los radicales guindas están dispuestos a desafiar los acuerdos que en la cumbre haya tenido el Senador Adán Augusto López Hernández con ellos. Por eso hay voces que indican que podrían ser adoptados por el PT.  

Así que los veracruzanos no se equivocaron y tarde o temprano la verdad tenía que salir a flote. Habría que saber también quién fue el juez que los libró de todo mal, pues en una de esas quiere aparecer en las boletas en el 2025 pidiendo el voto. 

¿Ya ven cómo sí es necesario poder votar por los jueces, ministros y magistrados? Las extrañas ‘coincidencias’, las historias negras y hasta las pifias garrafales saldrán a la luz a muchos de los aspirantes que aparecerán en la boleta electoral.