Poco le duró el gusto al Fiscal General de Morelos, pues la gobernadora Margarita González le mandó “cortar el cuello”.

Ni bien el ex fiscal Uriel Carmona Gándara presentó la solicitud ante la Cámara de Diputados que se le retirara la protección Constitucional al diputado federal Cuauhtémoc Blanco Bravo, por el presunto delito de violación en grado de tentativa en contra de su media hermana Nidia Fabiola, a la gobernadora de Morelos, Margarita González, le vino la idea a la cabeza de que el Fiscal no cumple con los requisitos para ocupar el cargo y sus diputados y diputadas locales de mayoría morenista lo destituyeron.

La gobernadora culpa a Carmona Gándara de diversas irregularidades en la investigación del feminicidio de Ariadna Fernanda.

¿Coincidencia?

Nadie con 5 centímetros de frente lo podrá creer.

Fue sin duda, una burda burla del sistema y de la gobernadora actual de Morelos, quien, con un simple documento firmado por Héctor Javier García Chávez, jefe de la oficina de la gobernadora morenista, se solicitó la separación definitiva de Uriel Carmona como Fiscal General del Estado de Morelos.

Cierto, aún duele el controvertido caso de la joven Ariadna Fernanda López Díaz, en el cual las Fiscalías de la CDMX y la de Morelos cayeron en un ríspido debate en torno a las evidencias y los diferentes enfoques en el método de investigación. En ese caso, el Fiscal ahora depuesto fue acusado por los presuntos delitos de obstrucción de la administración de justicia, encubrimiento y tortura.

Qué fácil se resuelven en México las cosas de la política relacionadas con la justicia.