Amén de que no son muchos los que saben a ciencia cierta qué es y para qué servirá la CURP biométrica, la lentitud en su expedición y la resistencia de la ciudadanía a dar sus datos personales, están orillando al Gobierno Federal a recular en cuanto a su obligatoriedad. 

Y es que mientras por un lado el Congreso de la Unión aprobó a principios de julio una reforma a la Ley General de Población que establece que la CURP será el documento nacional de identificación, por el otro, la Presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que esta no será obligatoria como identificación oficial. 

La sutil diferencia entre ser el documento nacional y ser el documento obligatorio, podría ser la ventana de escape. 

“No es obligatoria… La gente decide si da sus datos personales o no a partir de lo que ofrece la opción de tener una identidad, así está en la ley. Ninguna institución debe obligar a exigir la CURP biométrica”, afirmó la Presidenta este viernes en la Mañanera del Pueblo. 

En lugares como Xalapa, por ejemplo, hay múltiples señalamientos de que solo se atienden a cuarenta personas al día para el trámite de la CURP biométrica, lo que ha ocasionado que los solicitantes tengan que llegar incluso en la madrugada a hacer fila para alcanzar lugar. 

Se necesita mayor inversión para la implementación de la CURP, por lo que Sheinbaum adelantó que su administración realizará una mayor inversión de recursos públicos para atender esta necesidad. 

Por otra parte, está la genuina resistencia de la población a darle todos sus datos (incluidos huellas dactilares e iris) al Gobierno… como si no se los dieran incluso al Google o al iPhone para desbloquear sus teléfonos o tener su ubicación en tiempo real. En fin, la hipotenusa… como dirían los de la Generación Z. 

Por lo pronto, hay algo publicado y algo mencionado. Veremos dónde y cuándo comienza a tronar el cohete, pues no faltará la autoridad que para algún trámite comience a pedir la CURP biométrica sí o sí, y ni modo que anden los mexicanos con el audio de la Mañanera donde Claudia dice que no es a fuerza. 

Cuando menos hoy, hay una ventana de oportunidad, y faltará ver si la CURP biométrica logra consolidarse no solo como la identificación nacional por excelencia, sino como la única válida. Porque obligatorio no hay nada, quien hoy no quiere tener INE no lo tiene, aunque le batalle el doble.