Es lo que ha pasado hoy con el multimillonario Germán Larrea, a quien inversionistas e inversores de su Grupo México le dieron la espalda por haber hecho una oferta para comprar el 100% de las acciones de BANAMEX, incluso si Chico Pardo insistía en adquirir el 25% de estas. 

Es decir, con o sin Chico Pardo, Larrea dijo querer BANAMEX. 

Pero su decisión hizo temblar las acciones de Grupo México. Las acciones de este Grupo cayeron estrepitosamente e inclusive arrastraron a la Bolsa Mexicana de Valores a una caída de más de dos puntos, la peor desde el mes de abril.  

Fue algo así como una pesadilla bursátil que hizo caer 16% el precio de las acciones de Grupo México, su peor caída en los últimos 17 años. 

Y es que los inversores y accionistas no son entes de buena voluntad y de algo deben estar enterados que los hizo cobrar distancia de Germán Larrea, pues consideran riesgoso, como negocio, tener que cargar con BANAMEX, pues por algo lo están vendiendo.

Así, BANAMEX puede quedar como apestado en el Sistema Financiero puesto que analistas especializados de Morgan Stanley ven mucho riesgo en la compra y creen que no es una que tenga mucho sentido para Grupo México. 

A ver si después de estos sucesos, Chico Pardo no se echa para atrás y la sombra de la quiebra de BANAMEX hace alejar a sus clientes actuales.

Hay que tener el ojo bien puesto, pues quizá sea cuestión de horas que los ahorradores de BANAMEX abandonen el barco y lleven sus ahorros a puertos más seguros.