En diversos medios de información ha corrido la especie de que Antonio del Río Argudín, ex dirigente municipal del desaparecido PRD, y ahora próspero empresario en la Ciudad y Puerto de Veracruz, fue detenido este viernes por amenazar de muerte a dos mujeres y a un hombre en el Residencial del Bosque en el Puerto de Veracruz, donde actualmente reside. Lo anterior luego de que los primeros días del presente mes fuera captado infraganti por una cámara de seguridad ubicada en el Fraccionamiento mencionado, cuando blandía pistola en mano para insultar, vociferar y amagar con disparar, así como amenazar de muerte a dos vecinos. En sus desaforados gritos prepotentes decía ser una persona muy influyente y que no tenían más que buscar su nombre en redes sociales, para saber con quién estaban tratando. Pero esa no es la única “gracia” que ha hecho Antonio del Río, pues ya antes ha sido acusado de fraudes y otras linduras. Así que a las autoridades, ante plena evidencia, no les quedaba otra que detenerlo por un delito cometido en flagrancia y a ojos públicos, plenamente identificado, incluso por él mismo. Se habla de la gran “amistad” política que Del Río Argudín ha tenido con exgobernadores y excandidatos a la gubernatura de Veracruz, y por ello, quizá, presume de su “gran poder”, pues además del PRD, ha militado en los partidos PODEMOS y el PAN. Pero también presume tener gran amistad y gozar de la protección de actuales funcionarios estatales del actual gobierno morenista. El problema surgió porque a las personas amenazadas se les ocurrió colocar unas macetas justo a la entrada de la calle donde reside el “poderoso” político y empresario y esto no le hizo gracia. Ahora, le cayó la voladora y tendrá que comparecer ante un juez, primero por delitos tipificados y confesos antes mencionados y también para que demuestre tener permiso para portar el arma con la que amenazó a sus vecinos. Quizá no sea mucho, pero de grano en grano la gallina llena el buche y así, apegados a derecho, se puede avanzar mucho en prevenir este tipo de vergonzosos eventos. |