Mientras políticos se rasgan las vestiduras por lo que acaba de aprobar el Congreso de la Unión, empresas como la Coca Cola en lugar de llorar tomaron de inmediato medidas para apoyar los objetivos de mejorar la salud de los mexicanos.

Nada les importa parece tanto niño obeso, personas diabéticas, con cáncer por fumar. 

El grito en el cielo, lo han puesto principalmente los políticos de la oposición que buscaron en el debate echar abajo los nuevos impuestos para las bebidas azucaradas y edulcoradas como parte del Paquete Económico 2026, aún y a pesar de que la medida fue implementada tras un acuerdo entre el gobierno y la industria refresquera.

Lo anterior es muy importante porque al parecer los políticos que enarbolan un gran interés por la salud de los mexicanos, no lo demostraron en la tribuna ni en los debates mediáticos.

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) acordado con los empresarios para las bebidas saborizadas que contienen cualquier tipo de azúcares añadidos se duplicará a $3.0818 por litro.

Tan hubo acuerdo que de inmediato se firmó un acuerdo entre Gobierno–Coca-Cola en el que la empresa se compromete recortar 30% de calorías en sus bebidas, empezando por presentaciones grandes.

El plazo acordado es de un año en el que el 70% del volumen en México debería estar reformulado.

Además, se anunció que el trato incluye que bebidas con edulcorantes (light y zero) tengan subidas de IEPS a 1.5 pesos por litro y no el 3.08 pesos de las bebidas calóricas.

Es decir, quienes protestan a nombre de los empresarios claro se ve que sus motivos son solo políticos.