Duras críticas y gran polémica levantó el PAN de Veracruz por insistir en llevar a cabo su Asamblea Estatal en Orizaba, pese a las inundaciones y tragedia del Norte de Veracruz. 

Lo peor ha sido la forma amenazante con que ordenó difundir la convocatoria el dirigente estatal, Federico Salomón, para que todos los delegados municipales y de distrito acudan sin excusa ni pretexto, so pena de ser sancionados como lo estipulan los estatutos del partido. 

Y es que Federico Salomón utiliza la normatividad interna del Comité Estatal de Procesos Electorales (CEPE), para amenazar con aquello de que la asistencia es obligatoria conforme a los lineamientos del partido, y eso es lo que tiene molesta a la militancia y delegados, pues consideran que la emergencia debería priorizarse sobre los actos internos.

Pero lo que por debajo de la mesa se afirma, es que Federico Salomón y su protector político, el diputado Enrique Cambranis, quieren dejar fuera de las decisiones a los seguidores de Joaquín Guzmán Avilés y Pepe Mancha, cuyas fuerzas están precisamente allá, en la zona del desastre. 

La Asamblea está programada para llevarse a cabo el próximo domingo 26 de octubre en Orizaba, y se habla ya de que en solidaridad y protestas contra el dirigente estatal muchos delegados del Sur del Estado no asistirán. 

La pregunta es ¿Dónde quedó el discurso renovador y hasta cambio de logo del PAN que acaba de presumirse en la capital mexicana para atraer y abrirle las puertas a la sociedad civil? 

Con acciones chicanas como las que pretende hacer Federico Salomón en Orizaba, se demuestra todo lo contrario, el PAN sigue siendo separatista, centralista, cerrado al dolor ajeno y para más señas misógino como ha quedado de manifiesto ante la ley por las acciones personales del propio dirigente estatal.