En verdad que para todo hay tiempo. Incluso es famoso el versículo que reza lo anterior. Hay tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; hay tiempo de llorar y tiempo de reír; hay tiempo de guerra y tiempo de paz. 

Pero el tiempo es los que muchos no quieren entender. 

Anteriormente no eran raros los que a sombrerazos, gritos, empujones, encuerados, tomas de oficinas, cierres de vialidades y más linduras, revolvían las genuinas demandas sociales con política para sacar ventajas; posiciones, poder, influencia y no pocas veces dinero, mucho dinero, es lo que se sacaba. Todo con tal de mantener tranquilos a los que movían a palazos el avispero. 

Eso era algo usual en la política mexicana, pero no crea que es nuevo ni invento exclusivo de los veracruzanos, así ha sido. Y hasta para esos tiempos de carroña había tiempos. 

Lo que no se esperaba es que esas ansias de agarrar a palazos el avispero, se despertaran en medio de la desgracia humana. El agua ni siquiera había bajado y gente sin escrúpulos comenzaba a mover las aguas con manos invisibles. 

Y en medio de la desgracia la baja estofa pretende que la solución es votar a mitad del sexenio por la Revocación del Mandato. ¿Cuántas veces no se escuchó la queja de que la votación para la Revocación de mandato que se llevó a cabo con AMLO no sirvió para nada? Si, según ellos, no sirvió, fue porque no tuvo los resultados que los de oposición esperaban. Si la decisión hubiera sido que se fuera AMLO, hoy estarían diciendo que el pueblo, harto de su gobernante, decidió. Pero son de contentillo. 

Y ahora quienes tanto criticaron la votación por la Revocación del Mandato, se desgarran las vestiduras en redes sociales y deslizan y susurran al oído de comunicadores lo que quieren transmitir. ¡Que se someta a Revocación de Mandato Nahle! Exclaman. ¡Que renuncie Guadalupe Osorno! Exigen. ¡Que paguen los culpables de la desgracia! Gritan. 

Hablan de que la ciudadanía está harta. Pero olvidan que en medio de la desgracia así como hay gente que se queja, también hay quienes no lo hacen. Así como hay voces que dicen que no avisaron, también hay otras que fueron testigos que sí se hizo. Así como hay personas que dicen “a mí no me ayudaron”, hay personas que hoy están recibiendo sus apoyos en metálico. 

Mucha razón tiene la Gobernadora cuando dice que se le falta el respeto a los veracruzanos. Los veracruzanos no somos infantes que todo creen, y aunque hay cilindreros interesados en propalar rumores, suspicacias, tenebras, rencores, rencillas, teorías de la conspiración y política ficción, también hay quienes están rompiéndose la espalda en los trabajos de atención a la emergencia.  

“No estoy para darle contentillo a carroñeros”, señaló la Gobernadora Nahle cuando se le cuestionó sobre el proceso de votación para Revocación de Mandato que unos cuantillos piden. 

Y tiene razón, porque fueron más de 2 millones de veracruzanos los que eligieron a Rocío Nahle para que estuviera hasta el 2030… y no la eligieron hasta que los carroñeros tengan a bien tener paciencia. 

¿Hay carroñeros? Por supuesto. Pero como dijo la Gobernadora: “Ahí que se entretengan”. Así las cosas, y parafraseando al filósofo de Macuspana, "Tengan pa'que se entretengan".  

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(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA")