Mariana Rodríguez Cantú, titular de la oficina AMAR a Nuevo León, dio a conocer este jueves 6 de noviembre el sensible fallecimiento de Celis, un niño de seis años que vivía en el albergue del DIF Capullos y se había convertido en símbolo de resiliencia por su extraordinaria fortaleza frente a un cuadro médico complejo.

En su mensaje compartido en redes sociales, Rodríguez Cantú relató que Celis llegó al albergue con diagnósticos adversos: parálisis cerebral infantil, hidrocefalia, botón gástrico, epilepsia, diabetes, escoliosis severa y un síndrome genético. A pesar de que los médicos le habían señalado un pronóstico reservado, la niña sorprendió: "Le dijeron que no caminaría… y caminó. Que no hablaría… y habló. Que no podría comer… y lo hizo".

"Celis no solo vivió: nos enseñó a vivir", expresó la también influencer, destacando que su vida dejó una huella imborrable. Añadió también: "Nos enseñó que la vida no se mide en años, sino en amor. Que un niño, por más frágil que parezca, puede ser el alma más fuerte que pasa por este mundo".

Rodríguez Cantú compartió que Celis permitió evidenciar que los milagros existen:

"A veces la vida es larga, a veces es corta… pero siempre llega con una misión. Celis solo estuvo seis años en este mundo, y en esos seis años nos enseñó más de lo que muchos aprenden en toda una vida. Nos enseñó que los milagros existen, que la fuerza no siempre se nota en los músculos, sino en el alma. Y que el amor puede sanar incluso lo que la medicina no puede. Tu vida fue breve, Celis, pero tu luz se quedará encendida en todos los que te conocimos."

El albergue DIF Capullos, ubicado en Nuevo León, ha sido señalado como espacio de atención para niñas, niños y adolescentes vulnerados, y la historia del pequeño Celis se convirtió en un testimonio de esperanza, amor y lucha frente a la adversidad.

La noticia generó una oleada de solidaridad en redes sociales, donde usuarios expresaron su consternación por la partida del pequeño y destacaron su valentía ante múltiples desafíos.