Según el INEGI la inflación está bajando y después de dos meses de subidas fuertes, por fin dio un respiro en octubre con el 3.57%. 

Lo anterior se aduce, entre otras cosas a la baja en las Tasas de Referencia realizadas por el Banco de México, con lo que se espera que antes de que termine el año se dé un nuevo bajón en la misma, lo que ayuda a los que solicitan créditos pero le pega duro a los que quieren ahorrar e invertir. 

Sin embargo, pese a que la inflación supuestamente está controlada, quienes llevan las cuentas en los hogares cada vez se estresan más pues al hacer las compras del súper, se dan cuenta que cada día alcanza para menos. 

Al terminar las tarifas por la temporada de calor, subió la luz de forma considerable, ¿Qué tal le llegó el recibo del último mes o bimestre? Pero también subió el tomate verde 11%, el aguacate 10%, la naranja 9% y el limón 8%. 

Y si eso sucede con los consolidados… los que tienen años en el mercado laboral y que tienen mucho tiempo programando sus compras, ¿Qué tal le va a los jóvenes? 

¡Nada bien! La mayoría de los jóvenes entre 18 a 29 años de edad, sufren estrés financiero alto o moderado y solo uno de cada tres tiene un estrés bajo o está, como dijera la canción del mango “relajado”. 

Y entre los propios jóvenes son las mujeres que están más estresadas financieramente hablando. Una de cada tres tiene un estrés alto, mientras que los hombres es uno de cada cuatro. 

Del total, casi el 70% de los hombres y mujeres jóvenes tienen un estrés alto o moderado. 

La cosa es que el futuro no se ve nada fácil… pero mucho menos para los jóvenes. 

No solo están preocupados por su presente, se van a dar de topes cuando lleguen a la edad del retiro y se encuentren con que el Afore no les alcanza para vivir una vejez digna, y si la única solución es el ahorro voluntario, ¿Cómo lograrlo si apenas se vive al día? 

En verdad que mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes. Y si los jóvenes la ven difícil ahora, para el final la tendrán en chino.