Para entender bien a bien lo que pasa con el Producto Interno Bruto del país, no basta solo con ver lo que dice el termómetro en algunos de los trimestres, sino las tendencias, y muchas veces no solo estas sino también el comportamiento del PIB en países con los que México tiene relación económica. 

Así, la economía mexicana había mostrado señales de desaceleración, pues en el pasado tercer trimestre -según cifras oficiales del INEGI- registró una caída del 0.3% respecto al trimestre anterior. Es decir, es una baja CON RESPECTO AL trimestre anterior. Sin embargo, es la primera baja trimestral del año y si bien es cierto que en los dos trimestres anteriores el crecimiento fue bajo, no quiere decir que la economía mexicana esté a punto del colapso. 

Entonces, ¿Hacia dónde vamos? Esas señales de crecimiento bajo en los dos primeros trimestres del año y la caída en el tercero no hacen más que adelantar que la Tasa de Crecimiento Anual del PIB tendrá una ligera caída con respecto a los años anteriores.

Es de notar que los pésimos pronósticos con tintes políticos que se han adelantado desde el año pasado y que a la fecha no se cumplen, son los de una catástrofe en el sector primario -agricultura y ganadería-, los cuales a pesar de la inseguridad y falta de apoyo del gobierno, es el único sector de la economía que no ha dejado de mostrar crecimiento positivo. 

Pero los que no han crecido lo que se espera, son los de las actividades industriales -impactadas por la incertidumbre internacional creada por el presidente Trump- y el de Servicios, que seguramente es el sector más impactado por la inseguridad que hay en el país. 

¿Estamos solos en estos? La realidad es que no. Otros países como Estados Unidos tampoco se escapan de no crecer, pues si bien hay crecimiento del otro lado del río, solo tiene un crecimiento MODERADO según las cifras oficiales de la Reserva Federal del país vecino. 

¡Pero ojo! Las proyecciones internas en los Estados Unidos apuntan hacia una desaceleración para finales no solo de este mismo año, sino también para el siguiente. 

¿Por qué debería importarnos entonces? Porque la economía mundial vive tiempos difíciles, no hay duda. Así que tomar las medidas del PIB con motivos políticos no es lo correcto pese a que haya quienes lo usan como un arma en la guerra desean, aunque no sean las medidas que se toman en cuenta en la guerra económica.