Al pie de la letra. |
UV: crisis de gobernanza |
Por: Raymundo Jiménez García. 2022-10-17 |
Para comprender en su justa complejidad lo que realmente sucede en la Universidad Veracruzana (UV), hay que dar un vistazo a lo acontecido durante el primer año de gestión de la actual administración rectoral (que, hay que destacar, se desarrolló mayoritariamente a distancia), es decir, no debe analizarse de forma aislada sino como un fenómeno sistémico: desde las denuncias en contra de académicos, “tendederos” en contra de acosadores sexuales, falta de equipamiento y de insumos básicos, sanitarios dignos, estudiantes que ingresan a las aulas armados, las movilizaciones estudiantiles de la semana pasada en varios campus y hasta las renuncias preocupantes de funcionarios de primer nivel, ya que no sólo ha trascendido la de la Secretaria Académica, doctora Elena Rustrián Portilla, sino que se sabe al menos de otro par más. HERNÁNDEZ-PALACIOS DA CÁTEDRA Por cierto, este viernes 14, en el marco del LVIII Consejo de Universidades Públicas e Institutos Afines (CUPIA) que sesionó en Guadalajara, Jalisco, el abogado y académico xalapeño Luis Hernández-Palacios Mirón, titular de la Procuraduría Agraria, firmó un convenio de colaboración con el Secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), doctor Jaime Valls Esponda, y el Subsecretario de Educación Superior de la SEP, doctor Luciano Concheiro. Ahí, el ex aspirante a la Rectoría de la Universidad Veracruzana (UV) expuso que “la Reforma Constitucional de 1992 redujo lo agrario a la tenencia superficial de la tierra; el agua quedó regulada en la ley de la materia; los bosques y las selvas en las leyes ambientales y en la Ley del Desarrollo Forestal Sustentable y, finalmente, la minería y la extracción y transmisión de energía eléctrica y de hidrocarburos como actividades prioritarias, ajenas a la propiedad social y establecieron formas de ocupación superficial y de servidumbres de paso, afectando a lo que es la propiedad de la tierra. “Derivado de la Reforma Constitucional señalada y la consecuente expedición de la Ley Agraria, al concluir el reparto agrario, se creó la falsa impresión de que terminaba el derecho agrario y ello tuvo la consecuencia de que su estudio, investigación y enseñanza tuviera un proceso de reducción significativa en las Instituciones de Educación Superior del país. “Frente a esta visión reduccionista es necesario de que el Derecho Agrario del Siglo XXI no solo regule la tenencia de la tierra individual y colectiva, sino que debe incorporar la noción de territorio. Es decir, no solo el suelo sino el agua, la selva, el bosque, la biodiversidad, el conocimiento tradicional, los lugares sagrados como patrimonio social de los núcleos agrarios beneficiados con la entrega de tierras. “Para este esfuerzo de reconstruir e integrar un nuevo conocimiento, es fundamental e indispensable la contribución de las Instituciones de Educación Superior para actualizar el conocimiento de un nuevo Derecho Agrario, propiciar su enseñanza y colaborar en la difusión en beneficio de la sociedad”, afirmó Hernández-Palacios Mirón, orgullosamente veracruzano. |