Debo no niego; pago lo justo. |
El amor es ciego; la Ley no |
Por: Teresa Carbajal. 2025-02-21 |
Se vale, porque aunque ya pasó el catorce, todavía no se acaba febrero; y aparte, porque acabamos de perder a Paquita la del Barrio, quien con sus letras describió muchas historias de amor, desamor, pérdidas, pleitos y hasta un repaso de la ley general de títulos y operaciones de crédito nos dio, con “cheque en blanco”. Paquita barría parejo; no por nada es ahora un ícono de nuestra cultura, pues sus letras lejanas para algunas son parte de la cotidianidad de otras. Como sea, lo cierto es que cuando hay amor o amistad, se entrelazan historias profundas que calan hondo y que ante las desavenencias pueden terminar en tribunales. Ejemplos rápidos, si una pareja decide casarse, pues lo hará porque a partir de ese momento, se desea compartir todo, la vida entera y hasta el final de los días; entonces, cómo le dices a tu futura esposa que no estás de acuerdo en que se casen por sociedad conyugal. Si la respuesta rompería el corazón de la amada, o terminaría con las ilusiones del depósito absoluto del amor, y la confianza en ser dueños de lo mismo y hasta donde tope. Si tienes un amigo de la infancia, de esos de toda la vida, y alguna vez, presionado por algún apuro, se compromete en un negocio o en una deuda y te pide que seas su aval, ¡pues como le dices que no! Máxime si eres su mejor cuate, la única persona con que cuenta y además pues no te va a quedar mal. Pues de ese tipo de historias están llenos los juzgados de lo familiar y de lo mercantil, bueno, peor aún; también de lo penal. Es verdad, todas las relaciones de avales por lo menos, están delineadas por la misma guía, el amor o la amistad sincera. Y no se concibe sociedad conyugal, sin amor genuino. Recién casados y construyen el domicilio conyugal en la casa de los suegros (tierra ajena), por qué no prever que en caso de alguna desavenencia pasará lo del sembrador que pierde hasta la semilla. O se “juntan” sin casarse, la suerte les sonríe; y al comenzar a adquirir bienes, se decide que sea uno de ellos, el titular del derecho en la escritura. Total, ¿qué puede salir mal? Al cabo de un tiempo, el que carece de principios o valores, voltea la espalda, y dice, “lo mío es mío, y lo tuyo es tuyo”, ¡oh, gran decepción! Y vaya pleito. Alguien me decía, que ahora ya los concubinos tienen derechos, y que con un buen pleito se puede salir adelante. Es verdad, pero ¿qué necesidad? Si vieran el calvario que es vivir y andar en tribunales, (para quienes no tienen por oficio la abogacía) aun teniendo la razón. Qué más razón y derecho, que el que asiste a una madre que pretende cobrar la pensión alimenticia de sus hijos, y aún así, si conoce a alguna de ellas, pregúntele. Eso del acceso a la justicia, de la perspectiva de género y de la justicia pronta, solo existe en los libros de doctrina judicial. ¡Ah!, y en las campañas de los aspirantes a jueces y magistrados a modo. No en los hechos. Acceder a la justicia hoy, es igual de difícil que hace setenta años. Tampoco se trata de no creer en el amor, en la amistad, o en la justicia, porque las tres existen, me consta. Pero sí hay un par de recomendaciones que debes tener en cuenta. Eso de la sociedad conyugal o la separación de bienes, debe ser una estrategia familiar de los consortes para darse seguridad mutua, y tiene que revisarse cada cierto tiempo para saber hasta cuando puede o debe seguir vigente, y en caso contrario tener la apertura de cambiar de régimen. Si lo mismo da con papel, que, sin papel, ¡pues mejor con papel! De lo contrario piérdele el amor a tu dinero, a tu esfuerzo y a tu certeza jurídica. Si vas a hacer aval, revisa tu cuenta, ¿te alcanzaría para pagar, lo que vas a avalar sin comprometer tu seguridad financiera y la de tu familia? Si venciera el plazo de la deuda, o si por causas ajenas a la voluntad, o a la vida, tu avalado no estuviera aquí para pagar. Y si ya la libraste, pide la carta finiquito, para cualquier aclaración. El amor y la amistad, si son sinceros, deben brindarnos la apertura para hablar de lo que sea con generosidad y entereza, hasta de los dineros; no lo olvide, el amor es ciego, pero la Ley no. Únase ya, a la Jornada Estatal para la Defensa del Patrimonio Familiar 2281148502 visite www.elbarzonrc.org Contacte elbarzonrc@yahoo.com.mx, O sígame en @terecarbajal
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